Rocco Molè, considerado por las autoridades como el jefe de la banda mafiosa homónima y miembro de uno de los cártel más poderosos de la Ndrangheta, fue condenado a cadena perpetua y a doce años de reclusión, aunque se encontraba fuera de la cárcel por razones que no han sido precisadas.

La policía cree que dos personas en una moto alcanzaron el coche del mafioso y cuando llegaron a su altura le dispararon dos veces en la cara, para después dar la vuelta y rematarle.

El asesinato de este "capo" mafioso preocupa a los investigadores ya que, según explicó la parlamentaria, Angela Napoli, miembro de la Comisión antimafia, este acto "permite prever una rotura en el equilibrio existente entre los clanes de la región" lo que podría desencadenar una guerra por su control.