E

l acusado de 19 agresiones sexuales durante dos años en la Marina Alta y Baixa admitió los hechos ayer en el juicio y se conformó con la pena de 46 años de prisión que pedía la Fiscalía, pena de la que cumplirá hasta un máximo de 12 años. La vista estaba señalada en la Sección Primera de la Audiencia, que había dispuesto todo para que las víctimas declararan por videoconferencia y con el apoyo de un psicólogo para asistirles durante la vista. Sin embargo, su testimonio no fue necesario al conformarse el agresor con las acusaciones del fiscal. Trece de las víctimas del acusado, que es vecino de Benissa, eran niñas de entre 9 y 15 años de edad. El hecho de que las familias de las víctimas no estuvieran en el edificio judicial evitó escenas de tensión a la llegada del acusado.

La abogada del procesado, Remedios Moreno, explicó que éste sufre una alteración psíquica por la que no es capaz de reprimir sus impulsos, aunque puede distinguir entre el bien y el mal. El procesado tuvo que estar asistido por un intérprete de signos, ya que también es sordomudo. La abogada explicó que el acusado, que estaba en prisión preventiva por estos hechos, ya ha empezado a someterse a un tratamiento psiquiátrico en la cárcel.

Los hechos ocurrieron en poblaciones del norte de la provincia entre el 28 de febrero de 2004 y el 9 de marzo de 2006, la mayoría en Dénia. El acusado abordaba a sus víctimas en los portales o en la escalera y las manoseaba tras sujetarlas con fuerza o empujarlas contra la pared. La Fiscalía pedía inicialmente una condena de 56 años y medio de prisión contra él, aunque rebajó su petición a 46 años y seis meses apreciando la atenuante de alteración psíquica al conformarse el acusado con los hechos. Fuentes judiciales explicaron que con la aplicación del Código Penal el procesado cumplirá un máximo de doce años en prisión por estos hechos. A la hora de redactar la sentencia se determinará la indemnización que corresponde a las víctimas.

Sólo una de las afectadas se personó en el proceso como acusación particular, los familiares de la última menor atacada en El Verger. El abogado de la víctima, Francisco Fenollar, explicó que a raíz de esa agresión la Guardia Civil arrestó al procesado y de la investigación realizada se le pudo acusar el resto de las agresiones.