E l alcalde de Polop de la Marina, Alejandro Ponsoda (PP);, resultó herido de tres disparos, uno de ellos en la cabeza, efectuados por dos personas que esperaban la llegada del edil a su domicilio en la calle Paraíso número 9 de la pedanía de Xirles. Los hechos ocurrieron poco antes de las diez de la noche de ayer, y según todos los indicios, los dos pistoleros dispararon a la primera autoridad polopina a bocajarro, sin dejarle salir de su vehículo y desde el exterior del mismo. Fue el padre del alcalde quien se percató de que el vehículo de su hijo estaba en la puerta del garaje inmovilizado, por lo que dio la voz de alarma. Según los primeros indicios no hay testigos presenciales de los hechos y todo apunta a una presunta represalia por asuntos relacionados con el urbanismo. Las Fuerzas de Seguridad descartan que se trate de un atentado de índole terrorista.

Al menos tres personas, una pareja de nacionalidad británica y un joven español, permanecían anoche detenidos en el cuartel de la Guardia Civil de Altea, prestando declaración.

Los dos primeros habrían sido trasladados a las dependencias policiales al existir testigos presenciales de que horas antes de ocurrir los hechos habrían mantenido una acalorada discusión con el alcalde de Polop. El otro detenido es un joven propietario de unos terrenos próximos al domicilio del alcalde, sobre los que existiría un proyecto de ampliación de un vial que le afecta, según informaron fuentes del propio Consistorio polopino. Este propietario habría amenazado días atrás al alcalde con «darle dos tiros» si no retiraba dicho proyecto, según confirmaron fuentes municipales y cargos políticos. La detención se produjo hora y media después de ocurrir los hechos, cuando este joven, saliendo de su propiedad, pasó por delante del dispositivo policial y fue reconocido por un agente de la Policía Local, quien dio la voz de alarma y salió en su persecución, arrestándole en las inmediaciones del lugar de los hechos.

Tras recibir los disparos, una unidad del SAMU se desplazó hasta Xirles para atender al herido, cuyo estado es de extrema gravedad. Durante cerca de una hora los sanitarios estabilizaron las constantes vitales del alcalde, que presentaba tres heridas por arma de fuego, una en la cabeza, cuyo proyectil continúa alojado en la misma, otra en el pecho y una tercera en el cuello, todas ellas únicamente con orificio de entrada de la bala. Una vez sometido a las primeras atenciones sanitarias de urgencia en el mismo lugar de los hechos, fue trasladado hasta el Hospital de Alicante, donde ingresaba minutos después de las once de la noche para ser intervenido quirúrgicamente. Hacia las 2 de la madrugada, los cirujanos seguían operando al herido para extraerle una bala que tenía alojada en la cabeza y esquirlas que no se sabía si eran del mismo proyectil o de otro. La operación estaba previsto que durara más de 4 horas.

El hecho de que en el vecindario no se percataran de los disparos, se debe a que la munición empleada por los pistoleros es de 22 milímetros, una bala cuya detonación apenas emite ruido. De hecho, el propio padre del edil herido, que se encontraba en el interior de la vivienda, escuchó las tres detonaciones pero no dio importancia a las mismas, hasta que vio Esta crónica ha sido elaborada por Diego Coello, Carlos Ferrer, Rosario Pagés, Cristina Vilches, Julio Marín, Juan Antonio Giménez y Vicente Zaragoza.