Un jurado popular enjuiciará a partir del miércoles a Raul M. T., acusado de matar de 68 puñaladas a la hija de su vecina en Alicante. El juicio está señalado en la Audiencia Provincial desde mañana hasta el viernes, día en el que comenzarán las deliberaciones del tribunal popular. Una de las claves del proceso va a ser el estado mental del acusado, ya que, aunque éste tiene diagnosticado un trastorno de personalidad, el fiscal le considera imputable por estos hechos y que era consciente de lo que hacía. De hecho, varios peritos están citados a declarar para testificar a fin de aclarar estos extremos.

El asesinato de África Moreno, administrativa en el Hospital General de Alicante de 58 años, conmocionó a la sociedad alicantina. La mujer encontró la muerte el 28 de marzo del año pasado cuando fue a casa de su madre para irse a celebrar con ésta su 92 cumpleaños. La Fiscalía sostiene que el acusado abordó a las dos mujeres en el momento en que salían del ascensor, cogió a África del cuello y la arrojó al suelo, sin que ella tuviera capacidad de reaccionar, ni de defenderse. Con una navaja de diez centímetros de hoja, comenzó a apuñalarla por casi todo el cuerpo. En la cara, cuello, nuca, cabeza, pecho, tronco, espalda, brazos y manos. Hasta un total de 68 puñaladas que para el fiscal aumentaron el sufrimiento de la víctima de manera «deliberada» e «inhumana». Por este motivo, la acusación pública considera que se trata de un asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento, por lo que se reclama una pena de 25 años de prisión. La víctima no murió en el acto, sino que tuvo una agonía de hora y media en el Hospital General de Alicante, mientras los médicos intentaban salvarle la vida. Finalmente falleció como consecuencia de la pérdida de sangre.

Tras las puñaladas, el acusado se volvió hacia la madre de la víctima y le dijo: «a ti no te hago nada porque eres muy mayor, pero te vas a acordar de mí por no dejarme dormir». Al parecer, el móvil del crimen fue que el acusado reprochaba a su vecina que hacía mucho ruido por la noche. «Mira si soy valiente que espero a la Policía, no me importa», dijo en ese momento, según el relato de la Fiscalía en su escrito de acusación.

El Ministerio Público también acusa por un delito de amenazas al padre del presunto asesino, ya que, aún con los policías delante se abalanzó sobre la mujer de 92 años asegurando que «teníamos que haberlo hecho antes, estamos hartos de vosotros, lo tenías que pagar y lo pagarás». Uno de los agentes tuvo que interponerse para evitar que la agrediera. Por este delito le reclama otra pena de 18 meses de prisión.

El acusado contaba con antecedentes policiales, pero eran por delitos menos graves que éste: robos con fuerzs y con violencia, conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, quebrantamiento de condena y lesiones. El procesado tiene además diagnosticado un trastorno mental por el abuso en el consumo de sustancias estupefacientes durante años. Para la Fiscalía, esta enfermedad mental no supone motivo para aplicarle atenuantes o eximentes. Aunque el procesado ha sufrido descompensaciones de tipo psicótico inducidas por el consumo de drogas, desde el Ministerio Público se considera que el procesado no tenía alteraciones mentales que afectaran a su inteligencia y a su voluntad en el momento de los hechos. El acusado fue detenido instantes después de que ocurrieran los hechos.

La primera jornada del juicio estará dedicada a la selección del jurado, los informes iniciales de las partes exponiendo su posición en el juicio y la declaración de los dos acusados. La segunda sesión estará centrada en las declaraciones de los testigos y policías que intervinieron en los hechos, así como las declaraciones de los peritos que examinaron al acusado. La jornada del viernes servirá para la deliberación del jurado.