Agentes del Grupo Operativo de Respuesta de la Comisaría de Elche han detenido a un ciudadano checo de 41 años que conducía un coche robado y se dio a la fuga en un control de la Policía desplegado en un área de servicio, donde casi arrolla a una agente antes de iniciarse una larga persecución por la autovía A-7 a gran velocidad. Al final tuvo que bajarse del coche al quedar atrapado en un atasco y aunque trató de huir a la carrera fue detenido por la Policía Nacional.

Los hechos se produjeron hace unos días durante un control de carreteras de la Policía en prevención de la delincuencia y con motivo del nivel 4 de alerta antiterrorista. El coche del detenido, que fue sustraído en Miranda del Ebro la pasada Navidad, iba a entrar en el área de servicio de la A-7 en Elche y al ser requerido por los agentes del control realizó una maniobra evasiva en la que casi atropella a un policía. A continuación se metió de nuevo en la autovía y se inició una persecución a gran velocidad en la que puso en riesgo la vida de los agente y del resto de usuarios de la A-7.

Al final el coche huido quedó embotellado en un atasco y cuando los agentes se dirigían a pie hacia el vehículo el conductor salió corriendo a pie pero fue detenido.

Al ser identificado comprobaron que tenía varias requisitorias de diferentes juzgados del país por robo de vehículos. El detenido pasó a disposición judicial por sendos delitos de robo de vehículo, resistencia y desobediencia grave y delito contra la seguridad vial.