La Guardia Civil ha detenido en Aspe a un español de 51 años por un fraude de 10.150 euros que solicitó mediante préstamos en los que falsificó su pensión de incapacidad permanente y usó fraudulentemante del DNI de un conocido con el que compartió piso. Al detendo se acusadn de un delito de falsedad documental, otro de usurpación de estado civil y cuatro de estafa bancaria.

Según informa la Comandancia de Alicante, un vecino de Aspe y un hombre de 52 años, residente en Novelda, se vieron implicados, sin saberlo, en una serie de estafas cometidas por un amigo en común. El vecino de Aspe comenzó de repente a recibir decenas de cartas en su domicilio, a nombre de otra persona que él no conocía de nada, relacionadas con entidades de crédito. Por su parte, el vecino de Novelda también fue sorprendido por cartas de entidades bancarias en las que le reclamaban el pago de varias deudas que no había contraído.

Cada uno acudió a denunciar a la Guardia Civil de su localidad, y tras comenzar a analizar el caso, los agentes hallaron la conexión que existía entre ambos. Se trataba de una persona que había convivido temporalmente con cada uno de ellos. El más perjudicado resultó ser el vecino de Novelda, pues, según apuntan las investigaciones, el presunto estafador, mientras residió en su vivienda, tomó una fotografía de su DNI, para utilizarla posteriormente en los contratos bancarios. Este hombre, trabajador de banca durante 20 años y, por lo tanto, buen conocedor de la documentación necesaria para la concesión de créditos, sabía que además del DNI, necesitaría justificar unos ingresos fijos.

Estos ingresos, los justificó creando una falsificación de su propia pensión de incapacidad permanente reconocida, en la que cambió los datos suyos por los del DNI usurpado, y así, los bancos le concedieron créditos, que nunca devolvería, a nombre del noveldense. Para que éste último tardara en conocer sobre el fraude hecho a su nombre, aportó como domicilio la dirección de Aspe, donde llegaron infinidad de cartas con requerimiento de pago, para sorpresa del actual inquilino.

La Guardia Civil de Aspe, que fue quien llevó a cabo toda la investigación, ha detenido a este hombre, español de 51 años, como presunto autor de un delito de falsedad documental, un delito de usurpación de estado civil y cuatro delitos de estafa, que tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos.

La víctima, que ha recibido por ahora hasta cuatro denuncias de diferentes entidades, por un valor total de 10.150 euros, no descarta que aumente la cantidad reclamada, aunque ya con la tranquilidad de que la denuncia y la investigación haya quedado en manos de la Guardia Civil.