El empresario Pedro Carlos Machín Quintero, de 51 años, acababa de salir pasadas las 22:00 horas del martes de clases de inglés en la Escuela de Idiomas de La Verdellada, La Laguna, junto a profesores y compañeros. Había entrado en su todoterreno Nissan para dirigirse a su casa, situada en pleno cuadrilátero del municipio universitario. Solo le había dado tiempo de encender los faros cuando un Renault Clío negro que había irrumpido en el aparcamiento de la Escuela se puso justo a su lado. En su interior iban dos individuos encapuchados. Uno de ellos le disparó en al menos ocho ocasiones. Dos balas alcanzaron a Carlos Machín, una en la cabeza y otra en el pecho. Los equipos de emergencia intentaron reanimarlo sacándolo del Nissan y tendiéndolo en el suelo. Fue imposible. Falleció en el acto.

La Policía Nacional busca ahora a los dos individuos que acribillaron a balazos a Carlos Machín. Cree que se trata de sicarios -asesinos a sueldo- y que hicieron un seguimiento al conocido empresario de la noche lagunera o alguien les pasó información de sus movimientos pues, entre otras cosas, hacía muy poco que Machín había cambiado el turno de mañana por el de noche en la Escuela de Idiomas. Y quienes lo mataron lo sabían.

Los atacantes, que usaron una pistola semiautomática, huyeron rápidamente del parking incorporándose probablemente a la Vía de Ronda y abandonando el coche en la avenida de Los Menceyes, muy cerca del bar La Habana, concretamente en una callejuela lateral de la parroquia Señora del Perpetuo Socorro, a menos de un kilómetro -no más de 10 minutos en coche- del lugar donde se produjo el tiroteo. Para no dejar huellas prendieron fuego al Renault Clío, cuya desaparición había sido denunciada el lunes, y utilizaron una matrícula falsa.

Un hombre muere tiroteado cuando salía de la escuela de idiomas de La Laguna

Un hombre muere tiroteado cuando salía de la escuela de idiomas de La Laguna

Un hombre muere acribillado a balazos en Tenerife. Vídeo: Agencia ATLAS/Foto: LOT

El juez en funciones de guardia de La Laguna se ha hecho cargo de la investigación y ha decretado el secreto de sumario. Testigos presenciales han asegurado que todo fue muy rápido y que el ataque se produjo cuando salían los profesores y alumnos de la Escuela de Idiomas, entre ellos la víctima mortal. Machín hacía el primer año de inglés y según amigos consultados por este diario nunca había comentado que se sintiera amenazado o que tuviese algún problema que le hiciera ver peligrar su integridad. De hecho, estas fuentes aseguraron que había abandonado sus inversiones en los locales de ocio hacía más de dos años para centrarse en un negocio de juegos recreativos y una fábrica de envases de plásticos que quería montar.

La Policía Nacional, que se hizo cargo del caso y ayer seguía inspeccionando el lugar de los disparos para encontrar nuevas pruebas -ha hallado 8 casquillos en la escena del crimen-, mantiene varias líneas de investigación abiertas pero hay una principal, que está relacionada con los muchos años que invirtió Carlos Machín en pubs y discotecas de La Laguna. Tras empezar como camarero en varios bares y pasar a hacerse con la gestión de algunos de ellos, Machín se fue consolidando como empresario. Llevó, de hecho, la gestión de dos de los locales más conocidos de La Laguna: la discoteca el Palco y el pub el Kapitel.

Esta línea tiene que ver con la estrecha relación personal y profesional que mantuvo Carlos Machín con el que era oficialmente su abogado, Evaristo González. Ambos están involucrados en una pieza separada del conocido como caso Corredor, una causa judicial todavía en curso en la que Evaristo González está acusado de llevar en la sombra presuntamente varios locales de La Laguna a través de "hombres de paja". En el sumario se apunta como uno de esos hombres a Carlos Machín y al Palco y el Kapitel aparecen como establecimientos que, sin estar a nombre de Evaristo González, pertenecerían presuntamente a este abogado de forma indirecta. Fuentes de la investigación consultadas por La Opinión de Tenerife tenían ayer claro que ahí está la clave del crimen.

El suceso, dadas sus características, ha generado una enorme preocupación en la ciudadanía tinerfeña, especialmente en la lagunera. El uso de armas de fuego y el hecho de que se haya utilizado supuestamente a dos sicarios agravan el temor antes unos hechos inusuales en la Isla. Especialmente impactados estaban los vecinos que viven en los alrededores de la Escuela Oficial de Idiomas, en La Verdellada, y que oyeron los al menos 8 disparos. El último antecedente de un hecho similar ocurrió el pasado 18 de enero de este año. Dos hombres acababan de salir de una tasca situada en la calle Hernán Cortés del barrio de Ofra, en Santa Cruz de Tenerife, cuando un encapuchado, que les esperaba en el parking de unos bloques, al menos realizó cuatro disparos contra ellos con una pistola. No dio en el blanco.

Ayer se realizó la autopsia al cadáver de Carlos Machín Prieto, que será enterrado previsiblemente mañana en su isla natal, El Hierro, concretamente en el municipio de Valverde. Hacia allí han viajado su esposa y sus tres hijos.