Entre estiércol y basura. La Guardia Civil ha investigado (figura que sustituye a la del imputado tras la última reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) a un vecino de Mutxamel de 24 años por tener en estado de semiabandono a siete caballos con síntomas de desnutrición, informó ayer la Comandancia de Alicante. Asimismo, detectaron más de una treintena de irregularidades en la situación administrativa de los equinos. Se le imputa un delito relativo a la protección de la fauna y la flora, así como la omisión de los cuidados necesarios para la tenencia de animales domésticos.

El Equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil inició las actuaciones a raíz del aviso de un particular, que alertaba sobre el mal estado en el que se encontraban los caballos en el interior de una finca equina sita en el término de Mutxamel.

Los agentes efectuaron una inspección en la finca, en la que constataron numerosas deficiencias y que los siete caballos que allí se encontraban estaban nutridos y desatendidos. No había comida en los comederos, mientras que el pienso estaba desparramados por el suelo. Uno de los bebederos no tenía agua y los animales presentaban una extrema delgadez y falta de higiene. La finca se encontraba prácticamente inundada de barro hasta en las entradas de los boxes, el estiércol se extendía por todo el picadero y había basura amontonada.

Además de la falta de condiciones de higiene, la finca ofrecía otros riesgos para los equinos porque en el suelo había objetos cortantes y punzantes que podían causar lesiones a los animales. Entre ellos, una horca y unas tijeras. También se detectaron irregularidades administrativas de los caballos, como la carencia de cartilla sanitaria y la documentación de identificación equina. Asimismo tampoco estaban censados en el Ayuntamiento y la finca tampoco estaba registrada cómo un lugar para la explotación animal, por lo que podría tener también sanciones económicas.