El auto del juez de Almería Rafael Soriano que envió a prisión incondicional a Ana Julia Quezada, acusada de la muerte de Gabriel Cruz, se basa en diversas pruebas que permiten imputar a la arrestada por asesinato, detención ilegal y un delito contra la integridad moral.

Según el magistrado, Quezada trazó un "macabro plan criminal". Entre las pruebas, además, destaca una grabación que la Guardia Civil obtuvo mediante micrófonos ocultos en el coche de la acusada en la que se puede escuchar cómo profería "expresiones vejatorias" contra el cadáver del menor cuando los trasladaba. Estos insultos, según el propio juez, revelarían "una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado, que, de ser ciertas, serían de pura crueldad".

"Resulta presuntamente incuestionable la participación de la detenida Ana Julia Quezada en la muerte del menor y se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen", recoge la motivación del auto de ingreso en prisión, que señala que este extremo es lo que ha motivado que el Ministerio Público califique los hechos como asesinato con alevosía.