Un joven de 29 años que fue detenido hace dos semanas por robar con un compinche en quince negocios de hostelería del casco antiguo de Xàbia ha entrado ahora en prisión tras ser capturado de nuevo bajo la acusación de agredir sexualmente a una mujer de 51 años el pasado sábado. El magistrado titular del juzgado de Instrucción número 3 de Dénia decretó el martes su ingreso en prisión.

La agresión sexual se produjo el sábado a primera hora de la mañana. El joven acudió a un bar donde a las 6 de la mañana toma todos los días café la mujer. Según la denuncia, llevaba tiempo acosándola y primero la humilló en la vía pública al ofrecerle dinero para que se acostara con él. La víctima se negó y luego presuntamente la agredió sexualmente entre dos vehículos.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y detuvo al supuesto agresor sexual. La mujer aseguró que ya la había agredido sexualmente en otra ocasión pero no llegó a presentar denuncia.

El ahora encarcelado ya compareció hace un par de semanas en el juzgado por una oleada de asaltos a los bares y restaurantes del centro histórico de Xàbia y quedó en libertad provisional. Ayudado por un compinche, rompía con objetos contundentes ventanas y puertas de los locales para entrar y llevarse el dinero de la caja registradora. Iba encapuchado y las cámaras de seguridad lo captaron. Además no le importaba que se dispararan las alarmas. Eran robos exprés y los cacos huían a la carrera. Los robos desataron gran alarma entre los comerciantes y hosteleros de Xàbia y la Guardia Civil detuvo a los dos sospechosos, de 25 y 29 años y ambos de nacionalidad marroquí. Les acusaron de robar 6.800 euros y bebidas por valor de 400, así como causar daños por 6.100 euros.

En otra operación, la Guardia Civil de Xàbia detuvo a un joven de 25 años por robar 19.000 euros en dinero y joyas en varios chalets de la zona del Montgó, asaltos cometidos al caer la noche cuando los propietarios salían a cenar.

En una de las ocasiones, los propietarios regresaron antes de la hora esperada y sorprendieron al ladrón saliendo. El dueño de la casa forcejeó con el ladrón, quien pudo huir saltando por la verja del chalet. En su huida se le cayó un teléfono móvil robado y un ticket de compra. Además, la Guardia Civil detectó que resultó herido al saltar la valla y amplió la investigación a más de 50 kilómetros alrededor, descubriendo a una persona que anduvo deambulando por distintos centros médicos para curarse. Con estos datos y el ticket de compra que situaba al sospechoso cerca del lugar del robo la Guardia Civil detuvo a un joven español de origen marroquí por 14 robos en viviendas e ingresó en prisión.