Una inspección del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en un centro de recogida y adopción de animales de compañía en Albatera permitió descubrir que tenían más de 300 medicamentos caducados pese a no contar con autorización como depósito sanitario de medicinas de uso veterinario en sus instalaciones, por lo que los agentes levantaron un acta de infracción administrativa.

El Seprona inspeccionó todas las instalaciones para comprobar que los animales se encuentran en condiciones óptimas de salubridad y bienestar y al revisar la sala de curas comprobaron que había un depósito sanitario de medicamentos de uso veterinario que estaba inscrito ni autorizado por la Conselleria de Sanidad. Según la Guardia Civil, una buena parte de dichos medicamentos estaban caducados y otros no estaban traducidos al castellano, por lo que no se podía determinar su origen legal.

Los agentes intervinieron 312 unidades en distintos formatos y envases. Entre otros medicamentos había analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y antisépticos. La Guardia Civil afirma que si se hubiesen suministrado caducados a los animales habrían puesto en riesgo su salud.

Los medicamentos con la etiqueta en otros idiomas podrían proceder de donaciones de ciudadanos extranjeros y no quedaba constancia de su proceso de conservación y además incumplía la normativa de etiquetado.

La Guardia Civil precintó los lugares donde almacenaban los medicamentos con el fin de que no los utilicen y sean objeto de una revisión más exhaustiva junto con personal de la Conselleria de Sanidad. No obstante, la Guardia Civil si levantó un acta de infracción por carecer de la autorización pertinente para tener un depósito de medicamentos veterinarios.