La Guardia Civil de Chiva y Riba-roja (Valencia) ha desmantelado una organización criminal acusada de tráfico de drogas en la comarca de l'Horta Sud y cuyos miembros presuntamente torturaron y secuestraron a otro de ellos -también entre los detenidos- por un ajuste de cuentas.
Así, según informó ayer la Benemérita en un comunicado, han detenido a ocho personas y se han practicado un total de seis registros: cuatro en domicilios y dos de ellos en establecimientos comerciales, en los que se intervinieron numerosos efectos cuyo valor supera los 110.000 euros.
La operación -denominada «Monsul»- comenzó el pasado 28 de abril de 2017, tras tener conocimiento de un ajuste de cuentas entre los miembros de una banda organizada por una cantidad de 900 gramos de heroína que guardaba en una vivienda de Turís (Valencia). Por todo ello, se pudo comprobar que se trataba de un grupo que se dedicaba al tráfico de drogas.
Uno de los detenidos fue torturado y secuestrado por los sujetos que formaban parte de dicha banda, debido a un ajuste de cuentas entre ellos. Fruto de las pesquisas obtenidas por los agentes en estos meses de investigación, se estudió y analizó información para localizar y controlar a los secuestradores, además de localizar numerosas propiedades, bienes y negocios a nombre de sociedades o terceras personas y su implicación en actividades ilícitas.
Heroína
Así, se efectúo el 29 de abril de 2017 con la entrada y registro en un domicilio de Turís, donde se intervino 900 gramos de heroína y un teléfono móvil, procediéndose a la detención de cuatro personas, tres varones y una mujer. La segunda fase de la explotación se realizó el pasado día 22 de febrero con cinco entradas y registros en diferentes inmuebles, tres en las localidades de Catarroja y Beniparrell y otras dos en naves industriales de Catarroja y Alfafar, donde se intervinieron varias armas prohibidas, 15 teléfonos móviles, tres ordenadores, 9.000 euros en metálico y joyas de oro, procediéndose a la detención de cuatro personas, tres varones y una mujer.
A los implicados les acusan de los delitos de secuestro, torturas, lesiones, tráfico de droga, defraudación del fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal.
