Una juez ha castigado con penas de multa un accidente de moto en el Puerto de Alicante en el que falleció una joven de 20 años que viajaba como pasajera, según la sentencia del juzgado de lo Penal a la que ha tenido acceso este diario. El conductor dio positivo en drogas y en alcohol y carecía de permiso de conducir por haber perdido todos los puntos. Sin embargo, la magistrada considera que la ingesta de bebidas alcohólicas por el acusado no fue la causa única del accidente. Este hecho ha determinado que en lugar de condenarle por un homicidio imprudente grave, castigado con penas de prisión, los hechos se rebajen a una imprudencia menos grave, que está sancionada con una pena de multa en el Código Penal.

El fallo le impone una multa de 2.160 euros (doce meses a seis euros al día) por conducir con el carné retirado por la pérdida de puntos; así como otra multa de 1.890 euros (10 meses y15 días con una cuota diaria de seis euros) por la alcoholemia en concurso con un delito de homicidio por imprudencia menos grave. Por cada dos cuotas diarias impagadas el acusado deberá pasar un día con privación de libertad. Asimismo, la juez considera que existen dilaciones indebidas al haber tardado tres años en celebrarse el juicio desde que acabó la instrucción. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron a las seis de la madrugada del 20 de enero de 2013. El acusado, que tenía 21 años en el momento del siniestro, era el novio de la joven fallecida. La pareja mantenía una acalorada discusión en las inmediaciones del hotel Meliá de Alicante, cuando la Policía se acercó para identificarles. Según relata el fallo, los dos huyeron en la moto saltándose dos semáforos en rojo y a una velocidad 48 km/h en una vía limitada a 30. La moto salió a la avenida Juan Bautista Lafora, donde el límite de velocidad era de 50km/h, y allí se encontró a un peatón cruzando en el momento en que tenía el semáforo en rojo, mientras una grúa salía marcha atrás de retirar un coche por otro lado.

El peatón se quedó inmovilizado en mitad de la calle al ver que la moto se le veía encima. La reacción del conductor fue la de tratar de pasar entre el hombre y la grúa sin disminuir la velocidad. En la maniobra, la pasajera se golpeó con el peatón y salió despedida, cayendo debajo de la grúa, que le pasó por encima.

Semáforos en rojo

La magistrada señala que el acusado «no debió saltarse los dos semáforos en rojo, ni superar la velocidad máxima y ante la existencia de una grúa tenía que estar alerta». El fallo señala que aunque la ebriedad del acusado «suponía un peligro para la seguridad del tráfico», el alcohol no fue la única causa determinante del accidente. «También influyó la conducta del peatón quien no debió cruzar en rojo y que, una vez que se percató de la presencia del ciclomotor, la reacción de éste era impresible para el acusado, porque igual que se quedó parado en medio de la calzada, lo razonable era pensar que podía haber dado dos zancadas y situarse en la acera que se encontraba a dos metros». En cuanto a la grúa, se indica que ésta hacía la maniobra «debidamente señalizada», razona.

La magistrada ha descartado anular los resultados de la analítica que se hizo al acusado en el Hospital General de Alicante cuando fue trasladado tras el siniestro, tal y como había reclamado la defensa. El abogado señalaba que esos análisis no se podían utilizar como prueba porque realizaron con fines terapéuticos y puso en duda la cadena de custodia de dichos resultados. La magistrada rechaza que haya existido una vulneración de los derechos del acusado. La analítica en sangre fue de 2,09 g/l, lo que equivale a 1,045 mg/l de alcohol en aire.

También la juez ve acreditado que el joven sabía perfectamente que tenía retirado el permiso de conducir por la pérdida de todos los puntos, ya que le fue notificada personalmente por Tráfico. El procesado adujo que no sabía que había perdido todos los puntos.