Ontinyent es, desde ayer, una localidad partida por el dolor y teñida de negro. La muerte de dos hermanas de apenas diez meses en un violento incendio ocurrido en una casa de campo ha sacudido a la población. La tragedia aconteció en torno a las tres de la tarde. Aunque la Guardia Civil sigue investigando las causas, la principal hipótesis apunta a que una posible chispa o brasa saltó desde la chimenea del comedor y prendió la mantita en la que descansaban las pequeñas, acostadas junto al foco del fuego, que asoló el domicilio en cuestión de segundos.

Las gemelas, nacidas hacía apenas diez meses, se encontraban en el momento de los hechos al cuidado de su padre, A.C.B., quien también resultó herido por quemaduras y tuvo que ser ingresado en el Hospital General de Ontinyent por sus heridas y por la inhalación. Según su testimonio, dejó a sus hijas durmiendo en la cuna y salió a cortar leña para calentar la casa cuando, encontrándose en el exterior, observó que la estancia se llenaba de un fuerte humo. Cuando corrió a socorrer a sus hijas, rompió la puerta con un hacha para poder entrar y arrojó agua con una manguera, pero nada pudo hacer por salvarlas ni por contener el avance del fuego.

Todo apunta a que el fuego se inició de forma accidental. Según ha podido saber este diario, se baraja la posibilidad de que las niñas estuvieran acostadas cerca de la chimenea cuando una chispa de la leña saltó y prendió la manta que las cubría. En el momento de los hechos, la madre de las gemelas se encontraba en su puesto de trabajo. Cuando tuvo conocimiento de lo sucedido, también tuvo que ser ingresada con una fuerte crisis de ansiedad. La pareja tiene otra hija de tres años, que en el momento del incendio afortunadamente no se encontraba en casa, sino al cuidado de unos conocidos.

El dolor se ha adueñado de la familia. El padre, que salió apenas hace un mes de prisión tras cumplir condena, se mostró terriblemente abatido tras lo sucedido, sobre todo al sentirse responsable por estar a cargo de sus hijas. «Todo ocurrió en cuestión de segundos. Cuando se dio cuenta la casa estaba llena de humo y no pudo hacer nada», comentaron fuentes de su entorno. «Tiene un gran sentimiento de culpa: estamos todos en shock, no nos lo creemos. Es demasiado doloroso», resumía Clara, vecina y amiga de A.C.B., de nacionalidad española y de 33 años de edad.

El fuego, de una enorme intensidad, destruyó por completo la casa de tres alturas donde residía la familia, un inmueble antiguo situado en el ramal número 9 del camino de la Moneda, una zona residencial y alejada del núcleo urbano, en el diseminado de Ontinyent, cerca de la ermita de Santa Anna. Aunque en el incendio trabajaron hasta 12 bomberos venidos de Xàtiva, Ontinyent y Alzira, cuando llegaron los efectivos de extinción el fuego estaba ya muy desbocado por todas las estancias y no pudieron hacer nada por evitar que la casa, de tres alturas, quedara completamente destruida. Un bombero halló el cuerpo de las dos niñas al acceder al interior.

Las labores de extinción se prolongaron durante horas. Debido a la intensidad y la virulencia del fuego, el equipamiento de los bomberos también se ha visto afectado por las llamas. Hasta las ocho de la tarde no se personó el juez para proceder al levantamiento de los cadáveres. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Xàtiva y la Policía Local de Ontinyent se coordinaron en los trabajos posteriores al incendio.

Fuentes del Consorcio de Bomberos atribuyeron la gran fuerza alcanzada por las llamas al hecho de que la casa es una construcción muy antigua con vigas de madera que ayudaron a propagarlo. Otras fuentes apuntaron a una posible obstrucción en la chimenea como origen de las llamas y señalaron el mal estado interior de la inmueble y la gran cantidad de trastos viejos que acumulaba.

Dos días de luto

El Ayuntamiento de Ontinyent decretó ayer dos días de luto por la muerte de dos hermanas gemelas y ha ofrecido a la pareja afectada una vivienda donde poder alojarse provisionalmente tras la desgracia. El alcalde de la ciudad, Jorge Rodríguez expresó la «conmoción» de toda la localidad, donde las banderas ondearán a media asta hasta mañana. La corporación municipal también ha brindado a disposición de la familia los servicios municipales de ayuda psicológica.