La Guardia Civil ha detenido en Cocentaina a un hombre de 37 años por ser el presunto autor de un delito de extorsión y un delito de amenazas graves hacia un hombre de 73 años, de que era vecino, según han informado desde la Comandancia de Alicante.

La víctima acudió al cuartel de la Guardia Civil de Cocentaina para denunciar que desde hacía tres semanas estaba siendo víctima de una extorsión. Una voz de hombre le llamaba a su teléfono y lo amenazaba con matarlo si no le pagaba 1.000 euros. Estas llamadas telefónicas provocaban pavor en la víctima porque quien las hacía sabía un sinfín de datos suyos: su nombre completo, su domicilio, que vivía solo, el coche que conducía y otros detalles de su vida personal.

La Guardia Civil preparó un dispositivo para dar con este individuo concertando una cita entre él y la víctima en un parque de la localidad. Sin embargo, la primera vez no fue fructífera. Cuando el sospechoso intentó aproximarse al anciano, había varios testigos alrededor y sólo le dejó una nota en el parabrisas del coche ordenándole que cogiera el teléfono.

Minutos después, el sospechoso llamó de nuevo a su víctima usando un tono bastante agresivo, conminándolo a que volviera al parque y que dejara un sobre con 1.000 euros cerca de una fuente. Agentes de paisano se apostaron en las inmediaciones del parque, y prepararon un señuelo con un sobre y varios papeles en blanco en vez de billetes, que la víctima dejó en el lugar señalado.

En breves instantes, un hombre se acercó en bicicleta hasta el lugar, cogiendo el sobre rápidamente y continuando su marcha pedaleando a toda velocidad. Los agentes de la Guardia Civil salieron inmediatamente en su persecución, alcanzándole a unas decenas de metros. Algunos ciudadanos increparon a los agentes, que no llevaban uniforme, pensando que estaban agrediendo al hombre de la bicicleta en el momento de su detención, pues el sospechoso opuso gran resistencia. Finalmente, lograron reducirle sin que nadie resultara herido, identificándose a los ciudadanos para que estuvieran tranquilos.

Entre sus pertenencias ocultaba el sobre con los papeles y un trozo de papel con el número de teléfono de su víctima. Los investigadores averiguaron más tarde que conocía tantos datos del anciano porque era vecino suyo. Este hombre, español de 37 años, ha sido detenido por un presunto delito de extorsión y un delito de amenazas graves, y tras ser puesto a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos.