Ocurría en la madrugada del domingo, en un momento en el que llovía abundantemente en la capital murciana. Pese al mal tiempo, una vecina de La Fama salió a la calle para, según relató luego a la Policía, llevar unos medicamentos a un familiar que vivía en el Polígono de La Paz. Lo que iba a ser una visita se convirtió en una pesadilla.

Sobre las cuatro de la mañana, la mujer (que, según explicó a la Policía, se encuentra embarazada de siete meses) fue abordada en plena calle por un desconocido. Ocurría cuando se disponía a regresar a su domicilio, tras haber entregado a su pariente las pastillas que éste necesitaba. La víctima señaló que estaba camino de su casa, en el Bloque 3, cuando un hombre que se desplazaba en bicicleta se puso a su altura.

Este hombre, aseguró la víctima, sacó una navaja de pequeño tamaño y la amenazó con ella. Fue entonces cuando se la llevó a un aparcamiento que se encuentra detrás de una gasolinera de la zona. Allí le bajó los pantalones y la ropa interior y la violó.

Tras consumar la agresión sexual, el hombre cogió el bolso que portaba la víctima y se fue.

No había nadie en la calle, ni testigos ni una persona a la que pedir auxilio. La mujer echó a andar y, por la zona de Ronda de Garay, vio a policías locales que se encontraban preparando la carrera que iba a tener lugar en la ciudad a la mañana siguiente. La víctima (una joven de 36 años de origen marroquí) contó a los agentes la agresión que había sufrido. Ellos avisaron de inmediato a sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía.

Al lugar se desplazaron estos agentes, que escucharon a la víctima, que no paraba de temblar, dada también la baja temperatura que hacía en la ciudad en ese momento. Según la descripción de la mujer, este agresor sexual sería un hombre negro. La Policía Nacional estuvo dando vueltas por la zona, para tratar de localizar al sospechoso, sin éxito.

Asimismo, fueron requeridos sanitarios, que atendieron a la mujer in situ y posteriormente la trasladaron en ambulancia al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, donde se le practicó un examen en profundidad. Aunque la víctima no presentaba heridas visibles, los médicos corroboraron tanto su estado como el del bebé que lleva en su vientre.