La Guardia Civil de Tráfico ha cortado esta tarde la circulación en uno de los carriles de la N-332 en Altea a causa de un desprendimiento de rocas de gran tamaño sobre la calzada. Afortunadamente las rocas no han provocado daños personales.

El suceso se ha producido sobre las 18.35 horas en el kilómetro 165 y a las nueve de la noche aún permanecía cortado uno de los carriles, por lo que la circulación era lenta en este tramo. Según conductores que han pasado por el lugar se aprecian varias piedras de unas dimensiones considerables que podrían haber causado una tragedia si llegan a impactar contra algún turismo.