La Audiencia Provincial cerró ayer con penas mínimas el proceso a una banda a la que se acusaba de al menos nueve asaltos a viviendas de Alicante y Petrer. Los dos principales acusados aceptaron ayer penas cercanas a los dos años y medio de prisión por estos hechos, mientras que otros tres implicados seguirán en libertad tras el acuerdo cerrado ayer entre la Fiscalía y las defensas. Los robos se cometieron entre los meses de marzo y octubre de año 2016 en el momento en que los moradores no estaban en el interior. Los asaltantes violentaron la entrada y se llevaron los objetos de valor que encontraron en el interior, principalmente joyas y dispositivos electrónicos.

Los dos principales acusados, que intervinieron en la mayoría de los robos, aceptaron ayer penas de dos años y diez meses de prisión, el primero, y de dos años y cinco meses, el segundo. Ambos se estaban en prisión preventiva por estos hechos y serán los únicos miembros de la banda que cumplirán penas de cárcel por dichos robos. Inicialmente se pedía para ellos penas que llegaban hasta los 18 años de prisión y que quedaron reducidos tras el acuerdo alcanzado antes del juicio.

Otros tres implicados más se conformaron con penas que oscilan entre los seis meses y los dos años de cárcel por su implicación en otros robos cometidos por los cabecillas.

Los implicados fueron arrestados a raíz de su participación en dos hechos delictivos y tras un registro en su vivienda se encontraron objetos procedentes de otros robos y que pudieron ser recuperados.

Entre los hechos que se les imputan están los robos cometidos en un bloque de viviendas de la Albufereta el 8 de agosto de 2016, donde los acusados violentaron las puertas de cuatro viviendas mediante el método del resbalón, usando un plástico duro para abrir. Sin embargo, se trató de un golpe frustrado, ya que la llegada de la Policía les obligó a marcharse precipitadamente y deshacerse de algunas de las herramientas. Los perjudicados sufrieron daños en las puertas de sus viviendas.

El otro robo y que desencadenó la detención de la banda fue el de una caja de caudales cometido el 29 de septiembre de 2016 y que contenía joyas valoradas en 3.450 euros. Una tía de uno de los presuntos cabecillas de la banda aceptó ayer dos años de cárcel por su implicación en el robo, ya que estuvo llamando por teléfono a una familiar que en ese momento se encontraba con la cuidadora de la propietaria de la casa. El objetivo era asegurarse de que en la vivienda no había nadie mientras la banda cometía el robo.

Tras el registro efectuado en los domicilios de los acusados, se encontraron efectos que les implicaban en otros cuatro robos más. Tres tuvieron lugar en Alicante, en uno de ellos llegaron a llevarse un coche del garaje; y el cuarto ocurrió en Petrer.