A pesar de que la víctima le exculpó durante el juicio, la Audiencia de Alicante ha condenado a siete años y medio de prisión a un acusado de haber apuñalado a su expareja en Daya Nueva, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. Durante la vista oral la mujer aseguró que había acusado falsamente a su marido y que su verdadero agresor lo hizo por una deuda de drogas. El tribunal no ha creído a la mujer y considera que el acusado debe seguir en prisión para garantizar la protección de la víctima. Para la sala, la actitud de la mujer «puede ser la dependencia emocional y psicológica hacia su marido, dependencia que sufren las víctimas de violencia de género». La resolución no es firme y contra él cabe recurso ante el Tribunal Supremo.

El fallo declara probado que los hechos ocurrieron el 5 de diciembre de 2015 después de que la víctima hubiera ido a casa de un familiar en Daya Nueva tras tener una discusión con su marido. Hasta tres testigos, uno de ellos la propia víctima, identificaron en su día acusado como la persona que apuñaló a la mujer en dos ocasiones. Dos de ellos se retractaron durante el juicio y el tercero no llegó a testificar por no haber podido ser localizado. Sin embargo, han sido las declaraciones que estos prestaron en su día ante el juzgado que investigó los hechos los que han determinado la condena, según argumentan los magistrados en la sentencia.

La Audiencia recuerda que la víctima identificó desde el primer momento y sin ningún género de duda a su marido como el autor de su agresión, «sin que haya dado una justificación mínimamente razonable sobre su retractación» durante el juicio. La sala considera la nueva versión como «una historia inverosímil», en la que sostenía que fue apuñalada por una supuesta de deuda de 400 euros por drogas, «sin aportar ni un sólo indicio que corrobore esta nueva versión». Tan sólo hablaba de un persona sudamericana, sin dar más datos sobre su identidad.

La sala recuerda que las declaraciones de los dos testigos también confirmaron en su día aquella primera versión, así como que un guardia civil se entrevistó con la víctima en el centro de salud y que ella les dijo que su agresor era su pareja y les escribió en un papel su identificación.

El segundo de los testigos era un vecino que se llegó a enfrentar al acusado en el momento de los hechos, pero el día del juicio dijo que no llegó a verle y que era incapaz de describirle. La sala recuerda que en el juicio este testigo intentó evitar responder al fiscal, negando afirmaciones que había llegado a mantener ante el instructor.

El tribunal recuerda la declaración de un tercer testigo, que no pudo ser localizado para el juicio pero sí declaró en su día ante el juzgado que investigó los hechos. Este testigo aseguró que acompañó al acusado al lugar de los hechos y que vio a la mujer corriendo y al otro seguirla. Según su testimonio, el acusado la habría dado dos golpes en la espalda, aunque no llegó a ver si tenía algún arma. Cuando ella cayó al suelo, el testigo llevó a la mujer al hospital. La sala considera válida esta declaración que el testigo hizo en el juzgado.