La presidenta del Observatorio del CGPJ contra la Violencia de Género, María Ángeles Carmona, exigió ayer reforzar las medidas preventivas y la valoración del riesgo que corren las mujeres víctimas de maltrato, «especialmente cuando ponen el pie en una institución para pedir ayuda». «No nos podemos permitir que una mujer que ha denunciado muera asesinada por su maltratador», manifestó.

La vocal del organismo jurídico y presidenta del observatorio insistió en el objetivo de lograr que «ninguna niña o mujer vuelva a sufrir las terribles consecuencias de la violencia machista», en una entrevista en la Cadena Cope, tras conocerse un nuevo caso de asesinato de una mujer a manos de su pareja en Azuqueca de Henares (Guadalajara), la cuadragésimo octava de 2018.

Por ello, incidió en la importancia de las medidas de valoración del riesgo y de protección de las mujeres que denuncian casos de maltrato y recordó que los estudios que ha realizado el observatorio muestran que «hay mucha reincidencia en esta clase de delincuencia».

Por otra parte, Carmona se mostró «muy esperanzada» por el Pacto de Estado contra la Violencia Machista acordado este año en el Parlamento porque, según explicó, «contiene medidas que van a suponer un paso definitivo para estas mujeres que sufren violencia y para sus hijos». «Estamos esperanzados en que se implementen todas las medidas que durante muchísimos años los expertos hemos propuesto», indicó.

Además, aseguró que los españoles «deben estar muy orgullosos de tener la legislación más avanzada de todos los países del entorno» en materia de lucha contra la violencia de género, un problema que afecta a todas las mujeres a nivel «mundial», con independencia de «su situación social, económica y de su nacionalidad». También señaló que observadores de otros países visitan España para conocer la legislación y las medidas que se están implementando en la lucha contra esta lacra.

En todo caso, pidió no solamente avanzar en la implementación de las medidas acordadas en el Pacto de Estado sino también lograr la implicación de «toda la sociedad» para «aislar a los maltratadores» y apoyar y proteger a las víctimas de la violencia machista. Asimismo, advirtió del riesgo de las nuevas tecnologías y de Internet como un ámbito que se está convirtiendo en un «caldo de cultivo» para ejercer el control y la violencia sobre las mujeres: «Estamos viendo niñas muy muy jóvenes, de 14, 15 y 16 años, que ya están siendo víctimas de violencia de género. Hemos visto niñas absolutamente controladas».