«Estoy arrepentido de lo que he hecho; todos cometemos errores y no he hecho mal a nadie en la vida, excepto esto». Así se expresó entre lágrimas ayer un policía local de Castalla que se declaró culpable en un juicio de haber puesto multas falsas a un vecino con la intención de perjudicarle después de ser condenado por cohecho tras la denuncia que le puso el dueño del coche sancionado de forma ilegal.

El agente, de 62 años de edad, aceptó ser condenado por la Audiencia de Alicante a 18 meses de cárcel, seis años de inhabilitación y a indemnizar al vecino con 12.000 euros. El procesado se declaró culpable tras un acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía y los abogados de la defensa y la acusación particular, José Luis Sánchez Calvo y Faustino César Alonso Puig, respectivamente.

Rebaja de pena

La Fiscalía pedía 12 años de inhabilitación por un delito de prevaricación y cinco años de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial, pero rebajó la petición tras el acuerdo de conformidad a 18 meses de cárcel y una indemnización de 12.000 euros, de los que 11.500 ya han sido consignados por el acusado.

El presidente de la Sección Segunda anticipó «in voce» la sentencia y la defensa y el fiscal pidieron la suspensión de la condena para que no entre en prisión el acusado, que padece un cáncer y tiene un hijo con discapacidad del que se tiene que hacer cargo.

Las multas fueron impuestas desde octubre de 2009 hasta diciembre de 2010 a un coche que usaba normalmente un vecino de Castalla aunque era propiedad de la mujer de este hombre, al que quería perjudicar. El acusado reconoce que era consciente de que la mayoría de las infracciones denunciadas no eran reales. Entre las 21 multas falsas figuran algunas formuladas cuando no estaba trabajando el policía y alguna donde alteraba el boletín de denuncia para poner el número de otro agente como firmante.

Según el abogado de la acusación particular, el denunciado era el dueño de un restaurante donde se celebraban partidas ilegales de cartas y el agente le cobraba dinero por hacer la vista gorda. Cuando empezó a pedirle más dinero optó por denunciarle.