La Fiscalía dejó ayer la puerta abierta a la absolución de un expresidente y un extesorero del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Alicante, al no apreciar pruebas de que cometieran el delito de apropiación indebida que inicialmente les atribuía. «Aunque su actuación nos pueda parecer opaca o escandalosa, no se ha acreditado un perjuicio concreto al colegio, más allá de una menor liquidez», aseguró ayer la fiscal del caso durante su informe final en el juicio celebrado en la Sección Décima de la Audiencia de Alicante.

La abogada de ambos acusados, el expresidente del colegio Antonio M.O. y el extesorero Rafael M.F., reclamó su absolución porque no tenían «capacidad para distraer dinero» de la institución y el posible falseamiento de cuentas y administración desleal ya fue archivado en su día.

La Fiscalía reclamaba inicialmente sendas penas de cinco años de prisión para los excargos del colegio por un delito continuado de apropiación indebida y ayer, al final de la vista oral, mantuvo su calificación pero «solo a efectos formales», pues no ve «pruebas suficientes» para condenarlos.

Los hechos ocurrieron entre los años 2007 y 2013, periodo en el que Antonio M.O. y Rafael M.F. acumularon deudas de 155.291 y 25.758 euros, respectivamente, por el pago trimestral de impuestos que el colegio había adelantado por ellos a la Agencia Tributaria. Lo hicieron a través de sus cuentas particulares en la institución, específicamente mediante que el servicio de asesoría fiscal que todos los colegiados podían utilizar a cambio de 200 euros anuales.

Cuando concluyeron su mandato, se descubrió el agujero contable y reintegraron el dinero. Tanto el expresidente como el extesorero del Colegio de Aparejadores, que ha renunciado a ejercer la acusación, admitieron que contrajeron deudas, pero matizaron que había más de 600 colegiados en su misma situación y la deuda era de casi 400.000 euros «Había flexibilidad. Era la forma de trabajar que se había seguido durante los últimos cuarenta años», señaló el expresidente.

En cualquier caso, según su versión, esa deuda «estaba reflejada en la contabilidad» de la institución, por lo que negó cualquier intención de apropiarse de fondos. En esta misma línea, el extesorero indicó que saldó sus deudas y éstas no generaron «ningún perjuicio» a la entidad.