La Audiencia ha condenado a 18 meses de cárcel a un policía local de Castalla acusado de poner al menos 21 multas falsas al coche de un vecino del municipio para vengarse después de que le denunciara por cohecho y fuera condenado. El procesado se ha declarado culpable tras un acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía y los abogados de la defensa y la acusación particular, José Luis Sánchez Calvo y Faustino César Alonso Puig, respectivamente.

La Fiscalía pedía 12 años de inhabilitación por un delito de prevaricación y cinco años de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial, pero ha rebajado la petición tras el acuerdo de conformidad a 18 meses de cárcel y una indemnización de 12.000 euros, de los que 11.500 ya han sido consignados por el acusado. El presidente de la Sección Segunda ha anticipado "in voce" la sentencia y la defensa y el fiscal han pedido la suspensión de la condena para que no entre en prisión el acusado, que padece un cáncer y ha declarado hoy que está arrepentido.

Las multas fueron impuestas a un coche que usaba normalmente un vecino de Castalla aunque era propiedad de la mujer de este hombre, al que que quería perjudicar. El acusado reconoce que era consciente de que la mayoría de las infracciones denunciadas no eran reales. Entre las multas figuran algunas formuladas cuando no estaba trabajando el policía y alguna donde alteraba el boletín de denuncia para poner el número de otro agente como firmante.