Un jurado popular declaró ayer culpable de asesinato a la joven acusada de matar a su bebé en Alcoy después de dar a luz el 6 de agosto de 2014. El veredicto se alcanzó por unanimidad tras poco más de dos horas de deliberación. El jurado apreció una atenuante de confesión, ya que desde el primer momento la acusada admitió los hechos, así como una agravante de parentesco. La Fiscalía ha rebajado de 20 a 15 años la pena de prisión solicitada al tener en cuenta de que ésta había admitido el crimen. Con este veredicto ha quedado visto para sentencia el proceso que se ha estado juzgando desde el lunes a puerta cerrada.

Los hechos ocurrieron sobre las 14.30 horas del 6 de agosto de 2014, cuando V.Q.D. dio a luz a un niño en la bañera de su vivienda de Alcoy y le apuñaló, como ella misma ha admitido durante todo el proceso, antes de arrojarlo dentro de una bolsa a un contenedor de basura.

Según la Fiscalía, la joven había ocultado su embarazo a su entorno familiar pero se había informado previamente en internet sobre el parto, del que ya tenía ciertos conocimientos porque estudiaba primer curso de auxiliar de enfermería. Tras asesinar a su bebé y arrojarlo al contenedor, la acusada se acostó en su cama, pero empezó a sangrar y fue convencida después por una hermana para que acudiera al hospital Virgen de los Lirios. Allí, un médico descubrió que la procesada acababa de parir y empezó a preguntarle por el paradero del bebé de forma insistente, a la vez que avisaba a la policía.

La joven acabó confesando lo ocurrido a los agentes de la Policía Nacional que se personaron en el centro sanitario, lo que permitió que el cadáver del bebé fuera hallado después en la basura. Durante el proceso, la defensa planteó la posibilidad de que la acusada sufriera una enfermedad mental que atenuaría su responsabilidad en estos hechos. Sin embargo, desde la Fiscalía se rechazaban esos informes psiquiátricos, ya que los forenses del Instituto de Medicina Legal sostenían que la joven era imputable por estos hechos.