El Tribunal Supremo ha reducido de 15 a 13 años la pena de cárcel impuesta a un hombre que intentó asesinar a su expareja en Elche con un explosivo casero fabricado por él mismo. La sentencia, fechada el pasado 31 de octubre y a la que ha tenido acceso Efe, establece que la Sección Primera de la Audiencia de Alicante se excedió en el castigo, al fijarlo en un día de cárcel «más de lo que permite el marco legal».

La Sección Primera de la Sala de lo Penal del Supremo entiende como más proporcionada la pena de 13 años, «atendiendo a la gravedad de la conducta del acusado, que ha intentado matar a su excompañera mediante una dinámica delictiva compleja y exquisitamente planificada, de la que derivó un resultado lesivo grave».

Por lo demás, el Alto Tribunal ha desestimado el resto de argumentos esgrimidos por el acusado, Óscar O.R., en su recurso de casación, tras calificar de «coherentes, unidireccionales, convergentes y sólidos» los indicios incriminatorios que la Audiencia alicantina tuvo en cuenta para condenarle el pasado mes de marzo.

Los hechos sucedieron el 10 de noviembre de 2014, cuando la víctima resultó herida por la deflagración de un artefacto explosivo que su excompañero, mecánico especializado en electrónica, había montado en el reposacabezas del asiento del conductor de su coche.

Tímpano perforado

El artefacto consistía en un tubo de PVC relleno con pólvora y perdigones de caza a modo de metralla que iba conectado mediante cables al elevalunas eléctrico y que debía estallar cuando éste se accionase. La conductora sufrió la perforación de un tímpano y varias lesiones en la cabeza y la espalda que requirieron una intervención quirúrgica y un tratamiento médico posterior.

La Audiencia de Alicante determinó en su sentencia que Óscar O.R. había intentado acabar con la vida de su excompañera sentimental porque ésta había presentado una demanda en un juzgado para que reconociera a sus dos hijas menores de edad y les pagara de forma cautelar una pensión de alimentos.

De hecho, la vista para discutir esa última medida había sido señalada por el juzgado de Primera Instancia 3 de Elche para el 12 de noviembre de ese mismo año, dos días antes del crimen frustrado.

Además de los 15 años de cárcel, que el Supremo ha reducido ahora a 13, el procesado también fue condenado a 20 años de alejamiento y a indemnizar a la víctima con más de 32.000 euros.