La Fiscalía mantuvo ayer su petición inicial de 16 años de prisión para un okupa al que acusa de asesinar a un vecino, un septuagenario que vivía solo y no tenía familiares ni amigos, para poder quedarse con su piso de la calle Topacio de Alicante. Por su parte, el abogado defensor, Gonzalo Martín, pidió su libre absolución tras manifestar que no hay pruebas contra su cliente, sino «meras presunciones o sospechas policiales». Ambas partes expusieron sus conclusiones definitivas durante la tercera y última sesión del juicio por este crimen en la Audiencia de Alicante, que quedó visto para sentencia.

Los hechos ocurrieron sobre el 13 de noviembre de 2015, cuando el procesado se encontró con la víctima, José M.H., de 70 años, a quien, presuntamente, golpeó y estranguló hasta causarle la muerte, según la versión del ministerio público. La Fiscalía sostiene que había planeado el asesinato con la intención de quedarse con su casa, pues sabía que la víctima vivía sola y no tenía «familiares ni amigos».

Precisamente, en esa época, el acusado y su compañera sentimental iban a ser desahuciados de la que vivienda que ambos habían ocupado de forma ilegal en la planta superior al del difunto.

La fiscal del caso admitió ayer que no hay «pruebas directas» de la culpabilidad del sospechoso, aunque sí una «pluralidad de indicios» relacionados entre sí que, a su juicio, la demuestran. «Su único ánimo era acabar con su vida para ocupar el inmueble», indicó,aunque reconoció que no pudo cometer el crimen solo.