Un hombre ha negado durante el juicio haber matado a un vecino, un septuagenario que vivía solo y no tenía familiares ni amigos, para poder quedarse con su piso de la calle Topacio de Alicante.

La fiscalía pide inicialmente 16 años de cárcel para él por un delito de asesinato y otro de usurpación de vivienda en grado de tentativa, mientras que su abogado reclama la absolución y ha pedido la nulidad de los 'pinchazos' telefónicos den la investigación.

Los hechos ocurrieron sobre el 13 de noviembre de 2015 cuando el sospechoso, Ronaldo M.M., se encontró con la víctima, José M.H., de 70 años, y le golpeó y estranguló, presuntamente, hasta causarle la muerte.

La fiscalía sostiene que había planeado el asesinato, "solo en concierto con terceras personas no identificadas", con la intención de quedarse con su casa, pues sabía que la víctima vivía sola y no tenía "familiares ni amigos".

Precisamente en esa época, Rolando M.S. y su compañera sentimental iban a ser desahuciados de la que vivienda que ambos habían supuestamente ocupado de forma ilegal en la planta superior al del difunto.

Según la versión de la fiscalía, tras perpetrar el crimen, el presunto asesino trasladó el cadáver de José M.H. hasta el domicilio de éste y lo dejó sobre la cama del dormitorio principal.

Unos días más tarde, el 21 de noviembre, telefoneó a la policía para alertar de que había un "olor insoportable" en el piso de abajo, a fin de que los servicios funerarios se llevaran al difunto y "poder ocupar de forma permanente" su casa.

El procesado sabía que "nadie reclamaría" la propiedad del inmueble, dada la situación de soledad absoluta que atravesaba su vecino, que obligó a los servicios sociales municipales a costear, incluso, la inhumación de sus restos mortales.

Ronaldo M.S. fue detenido en diciembre y los agentes hallaron en su poder tanto las llaves de la casa del muerto como unas jarras con motivos marineros propiedad de éste.

Hoy, en la primera sesión del juicio que se sigue por este crimen en la sección tercera de la Audiencia de Alicante, el presunto asesino se ha negado a responder a la fiscal del caso y únicamente lo ha hecho a su abogado para negar que fuera el asesino.

Ha manifestado que llamó a la policía por consejo de su cuñada tras constatar que su vecino no respondía al timbre de su piso, ubicado en la planta baja, y que salía un "olor muy fuerte" que se notaba en su propia vivienda.

También ha admitido que limpió el zaguán del edificio, pero ha añadido que lo hizo "para disimular" ese mal olor, al tiempo que ha reconocido que accedió al piso del fallecido, donde cogió las jarras, cuando el cadáver ya había sido retirado y tras encontrarse las llaves "en el suelo".

La compañera sentimental del sospechoso, que también llegó a ser investigada por el crimen aunque se le exculpó posteriormente, ha defendido su inocencia pero ha incurrido en diversas contradicciones respecto al testimonio de aquel.

Así, ha declarado que las jarras las compró su novio "en un mercadillo" y que las llaves del fallecido las encontró "puestas en la puerta", al tiempo que ha negado que la víctima subiera de vez en cuando a su piso a tomar café, como asegura el acusado.

Dos cuñados de Ronaldo M.S. han ratificado también su versión sobre el aviso a la policía por el "mal olor", pero dos vecinos del inmueble han dicho que la suciedad y las moscas en el rellano del portal eran habituales, pues ningún inquilino lo limpiaba.