Un tribunal juzgará la próxima semana a un hombre para el que la fiscalía pide inicialmente 16 años de cárcel por asesinar presuntamente a un vecino para ocupar su vivienda de la calle Topacio de Alicante.

El ministerio público le acusa de un delito de asesinato y otro de usurpación de vivienda en grado de tentativa, según se recoge en el escrito de acusación de esta institución.

La compañera sentimental del sospechoso también llegó a ser investigada por el crimen, pero fue exculpada durante la instrucción de la causa y comparecerá como testigo en la vista oral, que se celebrará entre el lunes y el viernes próximos en la sección tercera de la Audiencia de Alicante.

Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2015, cuando el acusado, Rolando M.S., se encontró con su vecino, José M.H., de 70 años, y le golpeó y estranguló, presuntamente, hasta causarle la muerte.

La fiscalía sostiene que había planeado el asesinato, "en concierto con terceras personas no identificadas", con la intención de quedarse con su casa, pues sabía que la víctima vivía sola y no tenía "familiares ni amigos".

En esa época, Rolando M.S. y su pareja iban a ser desahuciados de la que vivienda que ambos habían ocupado de forma ilegal en otra planta del mismo edificio, en el número 6 de la calle Topacio de Alicante.

El propietario de dicho inmueble les había denunciado el 2 de octubre de ese mismo año, y ese mismo día el procesado había intentado, supuestamente, ocupar otra vivienda vacía ubicada en otra calle.

No lo logró al ser sorprendido por el representante legal de la entidad financiera a la que pertenecía el piso.

Según la versión de la fiscalía, tras perpetrar el crimen, el presunto asesino trasladó el cadáver de José M.H. hasta el domicilio de éste y lo dejó sobre la cama del dormitorio principal.

Unos días más tarde, el 21 de noviembre, telefoneó a la policía para alertar de que había un "olor insoportable" en el piso de abajo, a fin de que los servicios funerarios se llevaran al difunto y "poder ocupar de forma permanente" su casa.

El procesado sabía que "nadie reclamaría" la propiedad del inmueble, dada la situación de soledad absoluta que atravesaba su vecino, que obligó a los servicios sociales municipales a costear incluso la inhumación de sus restos mortales, tal y como recoge el escrito acusatorio.

Rolando M.S. fue detenido dos días después del hallazgo del cadáver y los agentes hallaron en su poder tanto las llaves de la casa de la víctima como algunas piezas de una vajilla perteneciente a la víctima.