Varios policías nacionales tuvieron que establecer un dispositivo de seguridad excepcional ayer en la Audiencia de Alicante para impedir que se registraran incidentes en un juicio por tráfico de drogas, según informaron a Efe fuentes policiales y judiciales. Los policías tuvieron que proteger a uno de los cuatro acusados, que había sido supuestamente amenazado de muerte por el entorno de los otros tres, después de que les delatase.

De hecho, según la versión de la fiscalía, este presunto traficante era coaccionado y sufrió lesiones por parte del principal encausado para que hiciera de recadero y transportista de la droga. En junio de 2016 recibió supuestamente un golpe en la cabeza para que acudiera al domicilio de otros dos sospechosos en Alicante para proveerse de doce gramos de cocaína.

El agredido, en cambio, se presentó en una comisaría, contó lo ocurrido y entregó la droga que había acudido a recoger. La operación posterior permitió a los agentes decomisar cerca de un kilo de cocaína y 180 plantas de marihuana. La Fiscalía reclama para los implicados penas de entre dos y cinco años de prisión por delitos contra la salud pública, coacciones y lesiones.

Dos policías tuvieron que custodiar en todo momento al presunto delator de los traficantes para garantizar su seguridad. Ante la gran afluencia de familiares y allegados a los otros tres acusados, y en previsión de posibles incidentes, la Policía envió de urgencia a una decena de agentes a la Audiencia.