Acostumbrados a las falsificaciones de prendas de vestir, zapatillas o relojes de conocidas marcas, una intervención realizada en el Puerto de Alicante por la Guardia Civil y la Agencia Tributaria ha puesto al descubierto otra modalidad de falsificaciones que se ven con menos frecuencia en la provincia: cerca de 20.000 joyas de lujo de conocidas marcas. Estaban ocultas junto a bisutería en un envío procedente de China que estaba en tránsito hacia Argelia y fue descubierto en el depósito aduanero del recinto portuario de Alicante.

La intervención fue presentada ayer en Alicante por el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, y por el coronel jefe de la Guardia Civil, Manuel Muñoz, así como por el delegado adjunto de la Agencia Tributaria en Alicante, Jordi Espi, y el jefe de Dependencia de Aduanas en Alicante, Arturo Marcos.

La venta en el mercado ilegal de estas piezas falsas, entre las que había pulseras de Cartier cuyo valor real supera los 40.000 euros, habría causado pérdidas de varios millones a las marcas afectadas, entre que las que se encuentran también Bulgari o Versace.

Las joyas estaba camufladas en 31 cajas que llegaron de China al aeropuerto de Alicante-Elche el pasado mes de junio. Al estar en tránsito aduanero se trasladaron al depósito del Puerto antes de proceder a enviarlas en barco a Argelia. El envío era gestionado por una empresa de A Coruña que hacía de intermediaria entre la firma remitente de China y un destinatario en Argelia.

Los agentes sospecharon del envío al dilatarse el despacho de exportación a Argelia, lo mismo que le ocurrió al mediador español. Por ello, se procedió a inspeccionar los bultos y bajo cajas de bisutería legal descubrieron 19.736 piezas de joyería falsificadas.

Aunque las multinacionales están pendientes de valorar las joyas, se estima que el perjuicio podría ascender a varios millones.

Moragues indicó que el empresario destinatario de la mercancía está identificado y se ha comunicado a las autoridades de Argelia. La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Sección Fiscal del Puerto de Alicante, en colaboración con efectivos de la Unidad de Análisis y Riesgo (UAR), de la Dependencia Provincial de Aduanas e Impuestos Especiales de Alicante de la Agencia Tributaria.