Un joven de 25 años se enfrenta a una petición de ocho años de prisión por agredir sexualmente a una amiga de la familia con tres hijos, a quienes solía cuidar en ocasiones como canguro. La presunta violación se produjo en la noche de Reyes de enero de 2015 en el domicilio de la víctima, en la localidad de Ontinyent. Aunque el acusado reconoce que estuvo en su casa, ya que iba a recoger unas telas para la cabalgata, argumenta que ambos mantenían relaciones sexuales esporádicas y que éstas fueron consentidas.

Por su parte, la víctima, que declaró en el juicio detrás de un biombo, niega por completo que mantuviera una relación amorosa con el acusado, a quien asegura que veía como un hermano pequeño. «Me decía que me iba a gustar, que me estaba haciendo la difícil», relató visiblemente afectada al recordar el momento de la agresión.

El propio acusado reconoció a su vez en la vista oral, celebrada en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València, que la subió en brazos a la habitación de arriba pese a que ella le dijo que no quería. «Ella luego no me dijo que no», alegó como si ello le eximiera. Sin embargo, durante su primera declaración en ningún momento dijo que ambos mantenían una relación y modificó su versión sobre los motivos por los que le habría denunciado. En un primer momento manifestó que la víctima se enfadó por eyacular en su pelo y posteriormente alegó que tenía celos porque estaba conociendo a otra mujer.