La familia de la presunta víctima en Alicante de acoso escolar y abusos por parte de varios compañeros de clase lamentó ayer ante el colegio y ante la Policía que se haya «magnificado» lo ocurrido. Así lo aseguraba anoche la dirección del centro escolar, que aseguraba en un comunicado enviado a la comunidad educativa que el proceso abierto por el propio colegio permitió «clarificar lo sucedido» y «una reconciliación entre los alumnos afectados».

Según informaba ayer la Comisaría Provincial de Policía, las burlas e insultos a la menor, que acaba de cumplir 17 años, comenzaron a finales del pasado curso escolar e incluso llegó a ser víctima de presuntos abusos sexuales en las fiestas de Hogueras de los dos últimos años por parte de varios compañeros. Siempre según la Policía no se llegó a presentar denuncia entonces, pero sí se formalizó a mediados de septiembre.

La investigación policial culminaba ayer con la detención de nueve menores de 16 y 17 años como presuntos autores de un delito contra la integridad moral del que fue víctima su compañera de clase y cinco de ellos fueron acusados también de abusos sexuales, según informó ayer la Comisaría Provincial.

De los cinco menores acusados de abusar de la menor en una barraca durante las últimas fiestas de Hogueras en Alicante, cuatro de ellos también le realizaron presuntamente tocamientos libidinosos en la misma celebración de 2016, aunque tampoco los denunció la víctima.

Ahora, un mes después de presentada la denuncia, la Policía actuaba llamando a declarar a los presuntos implicados en el acoso y las agresiones sexuales. Pero la medida policial provocaba malestar en la familia de la víctima. Así lo hacía público el centro escolar en un comunicado donde deseaba «contribuir a aclarar la noticia» con el beneplácito de las partes. «Tanto la familia de la alumna denunciante como las de los restantes alumnos implicados, como la comunidad educativa, confían en el centro para clarificar lo ocurrido», reza el escrito firmado por el director.

Protocolo

Al conocer la denuncia ante la Policía, «el centro pone en marcha el protocolo de actuación ante situaciones de acoso escolar. Se pone en contacto con las familias de la alumna y de todos los alumnos implicados. Y también con el fiscal jefe del Juzgado de Menores de Alicante», órgano al que «se pide permiso para intervenir, dado que los alumnos pertenecen al centro, aunque los hechos ocurrieran fuera del periodo escolar y del centro». La fiscal «se muestra favorable a dicha intervención», siempre según el comunicado del director. El colegio «media entre los implicados y sus familias para tratar de clarificar y evaluar lo ocurrido» y el resultado es la «clarificación» de los hechos, «permite que los alumnos sean conscientes de que cualquier conducta que afecte contra una compañera está fuera de lugar» y «la alumna y su familia quedan satisfechas con la actución del centro y con la reacción de sus compañeros». «El diálogo permite también una reconciliación entre los alumnos afectados». De todos modos, la denuncia siguió su curso de oficio. El centro «informó a la Fiscalía y a la Inspección» y «los alumnos implicados declararon en su momento ante la Policía».

Según el director «la familia de la alumna ha acudido al centro, preocupada al ver la noticia difundida, pues tal y como está apareciendo magnifica lo ocurrido».

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