Un juzgado de València tomará declaración como investigados (antes, imputados) a un matrimonio de Mali residente en València por la mutilación genital realizada a su hija de 22 meses. El caso ha sido descubierto gracias a la exploración pediátrica a la que fue sometida la niña en julio pasado cuando llegó a España procedente de su país de origen.

La niña tiene en este momento dos años recién cumplidos y es la mediana de tres hermanos. Tanto el mayor como el menor son varones. La pequeña nació en 2015 en Mali y ha permanecido en ese país, al cargo de sus abuelas materna y paterna, hasta el pasado mes de mayo, cuando sus padres por fin pudieron traerla a València con ellos, una vez estabilizada su situación económica.

En julio pasado, la madre llevó a sus tres hijos al centro de salud del barrio valenciano donde residen, cuyo nombre omite deliberadamente para preservar el anonimato de los tres menores, para someter a una revisión tanto a la niña, entonces de 22 meses de edad, como a su hermano recién nacido.

Fue durante esa consulta cuando la pediatra, que conocía que la madre también había sido sometida a la mutilación de sus genitales en Mali cuando era una niña, comprobó que a la pequeña la habían sometido a esa práctica al menos varios meses atrás, dado que la herida estaba completamente cicatrizada.

La médica habló con los padres, quienes confesaron que habían sido las abuelas las promotoras de la ablación, realizada mientras la niña estaba a su cargo en Mali.

A partir de ese momento, el asunto fue asumido, como marca el protocolo de la Conselleria de Sanidad, a la trabajadora social del ambulatorio, del que recibió información la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, el Juzgado de Menores y los servicios sociales de la junta de distrito, para que todos ellos tomasen cartas en el asunto.

Además, se le ofreció la posibilidad de someter a la pequeña a una cirugía reconstructiva para paliar la mutilación genital. Aunque en un principio los padres estuvieron de acuerdo en aceptar esa ayuda para intentar revertir en la medida de lo posible la situación, no acudieron a las siguientes citas y la pediatra perdió la pista a la niña.

Según ha podido saber este diario, tampoco la trabajadora social logró mantener el contacto con los padres, por lo que, pasado el verano, y visto que no había intención aparente por parte de los progenitores para intervenir a la menor en la Unidad de Mutilación Genital Femenina del Hospital Doctor Peset, referencia en toda la Comunitat Valenciana, la conselleria de Igualdad decidió denunciar los hechos ante la Fiscalía de Menores.

La fiscal encargada del caso revisó toda la documentación y, tras constatar que los padres podrían haber incurrido en un delito al no haber sometido a su hija a la operación reconstructiva, denunció los hechos a mediados de septiembre en un juzgado de València.

A partir de ese momento, el magistrado solicitó al grupo de Menores de la Policía Nacional que localizase e imputase a los padres. Ambos comparecieron ante los policías especializado en los delitos contra los menores a finales del pasado mes de septiembre, pero ninguno de ellos quiso declarar, de modo que el caso ha pasado de nuevo al juez, quien llamará a ambos a declarar en los próximos días.