Operaban como si se tratara de una mafia y controlaban la venta de droga en la zona inglesa de ocio en el Rincón de Loix en Benidorm, por lo que cualquier intento de otros traficantes por vender estupefacientes en su territorio era respondido con graves agresiones y extorsiones. Esta es la acusación que ha formulado la Policía Nacional a catorce personas detenidas por su integración en un grupo vinculado con varios establecimientos de ocio nocturno de Benidorm que al menos causó lesiones de gravedad a cuatro traficantes, según informó ayer la Comisaría Provincial de Alicante.

Entre los detenidos, de nacionalidad rumana y española, figuran porteros de discotecas de la llamada zona guiri y la Policía ha dado por concluidas las actividades ilícitas del entramado con los arrestos realizados en septiembre.

La operación fue iniciada el pasado mes de julio por la Brigada de Policía Judicial de Benidorm tras tener constancia de un entramado dedicado a extorsionar y agredir a personas que trataban de vender droga al menudeo en la zona inglesa del Rincón de Loix. La finalidad de las agresiones protagonizadas por porteros de locales de ocio era «hacerles entender» que los únicos autorizados para traficar con drogas en la zona guiri eran ellos.

La Comisaría de Benidorm recibió varias denuncias en las que coincidía el «modus operandi». Varias personas denunciaron haber sido víctimas de graves agresiones por parte de porteros de discotecas. Según expusieron los denunciantes, los agresores les reprochaban que no tenían permiso para vender drogas en la zona guiri de Benidor, que era su territorio y sólo ellos podía distribuir estupefacientes.

Cuatro de las víctimas que llegaron a presentar denuncia tenían fracturas de fémur y de huesos de la nariz y contusiones craneales, entre otras lesiones.

La Policía Nacional de Benidorm realizó sus indagaciones para ir identificando a todos los miembros del entramado y cuando recopiló toda la información se estableció un amplio dispositivo para realizar las detenciones. En el mismo participaron agentes de las brigadas de Policía Judicial, Extranjería y Seguridad Ciudadana, así como efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Valencia, cuyo apoyo fue requerido dada la peligrosidad de los miembros de la banda.

Sesenta policías se desplegaron el pasado 13 de septiembre en la zona guiri de Benidorm y detuvieron inicialmente a siete presuntos implicados. El operativo policial se prolongó durante nueve días más y las detenciones se elevaron finalmente a 14 personas.

La organización desarticulada tenía tres estamentos diferenciados. Por un lado estaban los captadores que se dedicaban exclusivamente a atraer a la clientela ofreciéndoles drogas. Los porteros eran los encargados de mantener en la zona el monopolio del tráfico de drogas y para ello no dudaban en usar la violencia e intimidación. El tercer estamento eran las «mulas», que se encargaban de sumistrar la droga directamente a los consumidores.

El grupo vendía cocaína, hachís, marihuana, MMA, éxtasis y cualquier otro tipo de sustancia estupefaciente.