La Agrupación Reformista de Policías

Las expectativas de crecimiento han superado con creces nuestros cálculos iniciales. Teniendo en cuenta las características definitorias de nuestra organización basada en su absoluta independencia, reformismo y carácter plenamente reivindicativo, y por tanto de naturaleza incómoda para la Administración, y tras una trayectoria trufada de obstáculos podemos afirmar que nuestro nacimiento está siendo todo un éxito. Hemos configurado una extensa red de representantes por toda España, en lugares tan dispares como Barcelona, Gijón, Ceuta, Melilla, Madrid, Valencia, Zaragoza, La Rioja, Tenerife, Castellón, Algeciras, Cádiz, etc. En los próximos días anunciaremos otras plantillas policiales que formaran parte de nuestra infraestructura organizativa, demostrando así que, teniendo en cuenta que ARP nació en Alicante, el proyecto está paso a paso consolidándose. Y es un hecho que actualmente tenemos cierta influencia en redes sociales y medios sociales, que nos hace tener no sólo apoyos en la Policía sino en amplios sectores de la sociedad. Somos una nueva voz muy a tener en cuenta.

¿Con qué respaldo de afiliados cuentan en todo el país tras un año de andadura?

La respuesta concreta a esta pregunta es la que desde el Ministerio del Interior les gustaría conocer. Y le explico por qué no lo saben. ARP ha sido el primer sindicato policial en España que ha diseñado un tipo de cuota de afiliación que se escapa del control de la Administración y constituye la primera relación sindicato-afiliado totalmente confidencial. Los sindicatos tradicionales cobran sus cuotas a través de la propia Policía, detrayendo ésta la cantidad mensual concertada y reflejándose dicha cantidad y el sindicato, en las nóminas correspondientes. Esto nos resulta administrativamente cómodo a los sindicatos, pero aporta información estratégica muy importante a la DGP, es decir, le aporta los datos de cuántos afiliados y en qué sindicato se encuentran. Nuestra naturaleza realmente combativa por los derechos laborales del colectivo requería facilitar a nuestros valientes y comprometidos afiliados anonimato, tanto para defender su derecho personal y exclusivo a no revelar su afiliación, como para protegerles de cualquier tipo de ataque por su pertenencia a un sindicato innovador, y por ello hemos aplicado un modelo de afiliación alternativa, sin tener que figurar en las nóminas, es decir la administración no nos recauda las cuotas. También le digo que somos a día de hoy los policías suficientes para conformar un bloque claramente influyente en nuestro colectivo en clara progresión de estar presentes en todas las plantillas y unidades policiales del país. A diario recibimos llamadas para incorporarse a este proyecto.

¿Qué modelo policial plantean?

ARP ha diseñado una propuesta de nuevo modelo de seguridad estatal y de nuevo marco de representación sindical que ya está en poder de las formaciones políticas más representativas, tras reuniones en el Congreso de los Diputados en marzo de este año. También en breve compareceremos en el Congreso para defender nuestro modelo innovador. Sería muy extenso citarle todas las reformas que buscamos pero le priorizo la unificación con una Guardia Civil desmilitarizada en un único Cuerpo de Seguridad del Estado, reformar urgentemente la Ley 2/86 de FFCCSE, legislación de libertad de afiliación sindical a cualquier sindicato de clase, equiparación salarial con funcionario policial que más cobre, separación de esfera religiosa de lo público, despolitización de la Policía, abolición del Consejo de la Policía y de las reuniones trimestrales en las distintas comisarías y su traslado a las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno . La creación de un órgano central de negociación vinculante, reformar legislación de condecoraciones y acabar con corruptelas en su concesión, acabar con la obtención de afiliaciones y votos a través de oferta de dádivas por parte de los sindicatos representativos, auditoría externa y publicación de cuentas de los sindicatos, etc.

¿Cree que se va a lograr la equiparación salarial

Con los datos que manejamos actualmente y teniendo en cuenta que los sindicatos policiales tradicionales siguen directrices gubernamentales, arrogándoselas como propuestas propias y sin voluntad para la presión negociadora, únicamente aprovechando el impulso del movimiento de indignación policial por la equiparación salarial JUSAPOL, es difícil que así sea. Aunque no hay que obviar que en la jornada del pasado 28 de septiembre se manifestaron en las capitales de provincia aproximadamente unos once mil funcionarios que representan un número considerable de policías. La prórroga en la aprobación de los Presupuestos Generales para el 2018 deja más espacio de tiempo para movilizaciones en la calle o del tipo que sean, y que se decidan a escuchar y tomar en cuenta a los policías de base que ajenos a los adormecidos sindicatos de siempre reclaman justicia salarial. Acabamos de comenzar una carrera de fondo y no vamos a dejarnos otra vez engañar ni por falsas promesas ni por la clásica patada al balón que aleja el problema buscando que se hagan cargo otros de darnos soluciones o para que se enfríen los ánimos.

¿Cuál es el siguiente paso si el Gobierno no aplica estas mejoras salariales tras las protestas de policías y guardias civiles?

Las protestas no van a parar hasta que se dignen a escuchar nuestras reivindicaciones y se comprometan desde el Gobierno a algo más que las migajas que actualmente manejan como solución. Los policías y guardia civiles demostramos el pasado día 28 en un éxito sin precedentes de movilización por más de cuarenta provincias españolas que tenemos claro lo que queremos y que no vamos a parar hasta conseguirlo. ¿Cuánto tiempo se puede permitir el Gobierno tener a policías y guardia civiles unidos y en la calle manifestándose?

Además de la equiparación salarial, ¿cuáles son las principales mejoras que necesita la Policía Nacional?

Desde ARP consideramos que la Policía Nacional como institución requiere una seria despolitización de sus funciones y de sus dirigentes y acometer un auténtico "lifting" a su imagen que vuelva a conseguir encontrar la sintonía con una gran parte de la ciudadanía y recuperar la estima social como cuando era la institución más valorada por los españoles según el boletín del CIS durante muchos años. Por la parte que corresponde a los policías se debe tener en auténtica consideración nuestra labor proporcionándonos los equipos, materiales, vehículos y lugares de desempeño adecuados para que nuestra misión se efectúe con las máximas garantías de seguridad y efectividad.

Con el conflicto en Cataluña han criticado recientemente que el Gobierno use a la Policía como mano de obra barata. ¿Cuál es el problema?

El problema radica en que a Cataluña los policías acudimos para resolver los desaguisados y fracasos de los políticos. Y nos ponen en el centro de la diana del descontento social y en pleno torbellino de la polémica. Y lo hacen aprovechándose del impulso y profesionalidad de los policías. Y acogiéndose a ello, en situación precaria y con unas dietas, condiciones y emolumentos raquíticos en comparación con otras policías, nos ponen en una situación que hace peligrar nuestra seguridad jurídica e incluso integridad física. En definitiva, nos consideran peones mal pagados, los cuales estamos en manos de políticos irresponsables y aprovechados.

¿Por qué la ARP es tan crítica con los sindicatos policiales representativos?

Muy sencillo. Un claro ejemplo se dará el próximo día 2 de Octubre, al elegir los representativos una única ciudad como Alicante (no tienen ni por asomo la capacidad de movilización de JUSAPOL en todo el territorio nacional) para manifestarse, pero no interfirieron en los actos del Día de la Policía que este año se celebraron en Badajoz, circunstancia más que sospechosa para miles de policías que no entienden esa deferencia hacia el Ministro y la Dirección General de La Policia, los cuales seguro agradecieron no salir en fotos con unas pancartas tras de sí. Eso se llama servilismo o complicidad con la Administración. Y los policías van tomando nota. Nosotros nacimos para ocupar el espacio de reivindicación abandonado por ellos. Somos fruto de la indignación de policías cansados de sindicatos amarillos, complacientes con el poder, más preocupados de sus sillones que de las necesidades del colectivo, aprovechando sus liberaciones para vivir mejor que sus representados y que hace muchos años que andan voluntariamente dormidos sin hacer uso del potencial y fuerza que atesoran. Son sindicatos domesticados que en vez de apoyar a sus bases como ocurre con la actual reivindicación de equiparación salarial, sobrepasados y espoleados por sus bases fuera de su control y el del Gobierno, confabulan el apropiarse del esfuerzo del trabajo reivindicativo de los policías. Son parte del problema que impide el cambio que necesita la Policía, ajenos a los tiempos de cambio que vivimos y todo ello por no querer adaptarse por mantener sus privilegios.