La segunda sesión del juicio por la estafa de más de 5,4 millones al Banco Santander con hipotecas concedidas presuntamente con sobretasaciones y a nombre de indigentes que cobraban a cambio de prestar su identidad dejó ayer al descubierto al tasador procesado. Dos socios de la inmobiliaria aseguraron ante el tribunal de la Audiencia de Alicante que en al menos dos ocasiones entregaron un sobre con dinero a este técnico, a quien la Fiscalía considera autor de las sobrevaloraciones.

El tasador, quien junto a la entonces apoderada de Norma Valoraciones fue el único que defiende su inocencia y no ha aceptado el acuerdo de conformidad como otros cinco acusados -a un sexto se le retirará la acusación-, aseguró el primer día de juicio que nunca llegó a cobrar dinero por aumentar las tasaciones y justificó las diferencias de 100.000 euros con otras empresas en que ellas no entraban a las viviendas para valorarlas.

Aunque el presunto cabecilla de la trama, Jesús Hernández Utrera, está fallecido -fue asesinado en un ajuste de cuentas por drogas-, sus dos socios en la inmobiliaria Núcleo declararon ayer en la vista oral y señalaron que una vez entregaron un sobre con 500.000 pesetas al tasador y en otra ocasión presenciaron la entrega de otro sobre por parte de Utrera a este técnico como incentivo para que las valoraciones de las viviendas fueran mayores con el objetivo de que los préstamos hipotecarios se incrementaran.

Durante la segunda sesión del juicio también salieron a relucir ejemplos del «modus operandi» de la trama, cuyo cabecilla luego repartía dinero de los préstamos con los directores de sucursales bancarias y con tasadores. Así, uno de los indigentes captados para usar su identidad en las hipotecas estaba pidiendo limosma en una calle próxima a la notaría y subió hasta con el cartel que usaba para pedir.

Directores

Los tres directores de sucursales que se declararon culpables en la primera sesión tras el acuerdo de conformidad de sus abogados con las acusaciones declararon ayer, a preguntas del letrado de una aseguradora, que no recibieron dinero aunque luego tuvieron que rectificar tras un receso.

El juicio se reanudará el próximo lunes y podría prolongarse hasta octubre si finalmente tienen que declarar más de cien testigos propuestos, entre ellos numerosos toxicómanos, indigentes y otras personas sin recursos que fueron captadas para usar sus datos personales en la formalización de los préstamos.