Un bebé de apenas cuatro meses de edad falleció a mediodía de ayer en Oliva mientras se encontraba en la guardería en la que lo habían dejado sus padres, una joven pareja de la localidad muy conocida por ser falleros de la comisión de Sant Francesc y regentar un bar cerca de la guardería donde se produjo la triste noticia.

Aunque las causas exactas del fallecimiento se tendrán que determinar con el resultado de la autopsia, todo apunta a la llamada muerte súbita, consistente en un fallo cardíaco que afecta a bebés de corta edad y contra la que aún no se ha logrado remedio.

Los hechos tuvieron lugar en la guardería Pinocho de la localidad, donde los padres dejaron al pequeño para poder desarrollar sus actividades laborales cotidianas.

Según señalaron a este periódico varias personas, sobre las 12.30 del mediodía las cuidadoras de este establecimiento, que habían dejado durmiendo al pequeño, fueron a despertarle, pero el niño ya no respondió. Inmediatamente llamaron al servicio de emergencia médica que, desplazado hasta el lugar, ya no pudo hacer nada para reanimarle.

La presencia del equipo médico, de la Guardia Civil y de la Policía Local alertó a numerosas personas, que se congregaron a las puertas del establecimiento hasta que se enteraron de la trágica y triste noticia.

El suceso, que ha sumido en el desconsuelo y en el dolor a las familias de la joven pareja, dejó conmocionada a buena parte de la ciudad, al ser hijo de dos personas muy conocidas y que participan en actividades sociales y culturales.

Sus padres, Joan y Rosa, regentan el bar Caudeli, situado en la calle Manuel Broseta de esta misma localidad. Se trata de una familia muy fallera integrada desde siempre a la comisión Barri Sant Francesc, de la que su madre el próximo 2018 iba a ser la Reina del Foc. Muchas personas les transmitieron ayer su sentido pesar.