La Guardia Civil de Alicante ha realizado más de 5.000 auxilios y rescates de todo tipo durante este año, entre los que destacan las actuaciones realizadas en carretera, que ascienden a más de 3.500, han informado fuentes de este cuerpo de seguridad en un comunicado.

Además de las actuaciones en carretera, se han realizado 1.147 de carácter sanitario, junto con otras relacionadas con el acompañamiento de personas (239), rescates en montaña (62), rescates en medio acuático (42) y auxilios por incendios o derrumbes de edificios (16), entre otros.

Los auxilios y rescates en carretera son, según las mismas fuentes, los más numerosos, pero también los más desconocidos por el ciudadano, y han destacado la labor de los agentes en las vías alicantinas este invierno, con motivo de los temporales de lluvia y nieve que sufrió la provincia.

Entre las actuaciones sanitarias, las mismas fuentes han destacado la realizada a una mujer inglesa de 74 años en abril en Moraira; un atragantamiento del pasado 25 de junio en Dolores, o la atención a niño de 9 años que, tras ingerir unos alimentos de los que era alérgico, fue socorrido por dos agentes cuando iba a entrar en shock anafiláctico.

Desde la Guardia Civil han afirmado uno de los tipos de rescate más arriesgados que realizan los agentes y en los que más se juegan la vida, son aquellos que se producen en el medio acuático.

Así, han resaltado los auxilios realizados en Torrevieja los días 8 de junio y 19 de julio, donde un total de cuatro personas (dos de ellas menores) fueron rescatadas mientras se bañaban en la cala de la Higuera en condiciones extremadamente adversas.

Además de los auxilios en naufragios o en las llegadas de pateras a la costa, los agentes también se enfrentan a situaciones en las que tienen que recuperar cadáveres del medio acuático, como el caso de un hombre desaparecido en Teulada, que apareció sin vida el 26 de enero en una balsa de la depuradora de agua de la localidad.

Los guardias civiles se hacen cargo además de los rescates en montaña, normalmente de senderistas, escaladores o montañeros que se extravían, aunque también deben enfrentarse a actuaciones conllevan una peligrosidad extra debido a lo complicado de la orografía del terreno y del contexto del resto de condiciones.

En los casos de auxilios y desalojos por incendios o derrumbes, los agentes han de dar una respuesta inmediata para salvar vidas, como ocurrió en Pego el pasado febrero, cuando hubo que desalojar un edificio de viviendas que estaba derrumbándose o en Torrevieja hace unos días, donde hubo que desalojar por un incendio a 40 vecinos, entre ellos un anciano de 87 años con movilidad reducida.