Cambrils trataba de recuperar ayer lentamente la normalidad, aunque en medio de un fuerte despliegue policial, después de que viviera en la madrugada del viernes un intento de atentado frustrado por los Mossos d’Esquadra. Ayer por la mañana los operarios retiraron el Audi de color negro en el que viajaban los cinco presuntos terroristas que fueron abatidos a tiros. La alcaldesa de Cambrils, Camí Mendoza (ERC), calificó ayer de «determinante» la presencia del operativo policial para evitar un nuevo atentado en Cataluña.

Cambrils ofrecía ayer una imagen muy distinta a la de un viernes de agosto, con poco tráfico y poca gente por la calle. Cinco de los seis heridos que fueron atropellados por el vehículo seguían ingresados en el Hospital de Santa Tecla, dos de ellos en estado grave, según Protección Civil.

Los terroristas atropellaron o agredieron a seis transeúntes, uno de los cuales, una mujer cuya identidad no fue facilitada, falleció ayer en el Hospital Joan XXIII de Tarragona a causa de sus heridas. Así, el número de víctimas mortales en Barcelona y Cambrils llegó a 14. La mujer era de Zaragoza y se encontraba en la localidad con su marido y su hermana, quienes resultaron lesionados en el ataque yihadista.

El tiroteo que protagonizaron agentes de los Mossos y los cinco terroristas que fueron abatidos tras intentar un atropello masivo en Cambrils fue vivido inicialmente por algunos vecinos «como si fuera una película», una sorpresa que dio paso a los nervios y el miedo. Así lo explicó un testigo, Antonio, que se refugió en un restaurante cercano al Club Náutico.

«He vivido la situación como si fuera una película, con más sorpresa que miedo», explicó Antonio, quien reconoció que los nervios afloraron después al tomar conciencia de la gravedad de la situación.

Por su parte, Isabel, que se recluyó en casa por indicación de la policía, explicó que durante todo el tiempo que duró el operativo se sintió muy nerviosa y preocupada por sus familiares porque no sabía si podían estar entre las víctimas.

La localidad tarraconense fue tomada literalmente por la policía tras el atentado frustrado, que pidió a los vecinos quedarse en sus casas. Ello hizo que los vecinos tuvieran difícil acceder a determinadas zonas e incluso algún agente llegó a encañonar a algún peatón que no había atendido el requerimiento de los Mossos.

Y es que los terroristas sorprendieron a esta tranquila población turística de madrugada, cuando muchas personas se encontraban en las terrazas de bares y restaurantes.

Abatidos por una agente

Una sola agente de los Mossos d'Esquadra fue la responsable de abatió a tiros ayer a cuatro de los cinco terroristas que intentaron atentar en Cambrils. El tiroteo comenzó cuando los terroristas trataron de superar un control policial en la rotonda del Club Nàutic de Cambrils.

El vehículo, un Audi A3 atropelló a diversos transeúntes y volcó después de embestir a un coche policial que les cerraba el paso, lo que provocó heridas a una agente en una pierna y en la cabeza. Del coche volcado bajaron cuatro terroristas, armados con armas blancas como cuchillos, machetes y hachas, y se dirigieron hacia una agente de los mossos, que los abatió con su arma reglamentaria.

Se da la circunstancia de que a escasos 50 metros de esa rotonda se halla el Hotel Mónica, donde Mohamed Atta, el líder del comando que perpetró los atentados del 11-S de 2001 en Nueva York, pasó una noche en agosto del 2001 para preparar aquel atentado.

Un quinto terrorista marchó corriendo hacia Salou empuñando un cuchillo y fue interceptado por agentes de paisano de los Mossos, que dispararon intimidatoriamente hasta que, al comprobar que ni tiraba el arma ni se entregaba, le abatieron también.

Fuentes de la investigación aseguraron que uno de los terroristas abatidos era Mousa Oukabir, el menor de 17 años que era considerado el autor material del atropello masivo de Barcelona, aunque a última hora de la tarde los Mossos descartaron que fuera el conductor que sembró el terror en Las Ramblas, al que continuaban buscando.