Los encontró una patrulla de la Guardia Civil de casualidad. Ni siquiera hizo falta avisar al 112 para que mandase una ambulancia: estaba claro que estaban muertos. El macabro hallazgo de una pareja muerta a tiros se producía el miércoles por la noche en una rotonda del Polígono Industrial de Totana. La patrulla de la Benemérita se acercó al ver un coche sospechoso, que estaba aparcado allí. Cuando los agentes miraron, para ver qué hacían esas personas en ese lugar a aquellas horas, descubrieron que los dos ocupantes del vehículo estaban muertos.

Se trata de un hombre y una mujer, en su día novios. Mediana edad. Ella, 48 años. Presentaban impactos de bala. La primera hipótesis es que el hombre acabó con la vida de la mujer y posteriormente se suicidó, empleando la misma arma de fuego.

La patrulla del Servicio de Prevención de Seguridad Ciudadana de Totana que los encontró dio el aviso y al lugar se desplazaron de forma inmediata más efectivos del Instituto Armado. El juez de guardia autorizó el levantamiento de los cuerpos y estos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal en Murcia para practicarles la autopsia.

El presunto homicida empleó un arma corta. En concreto, una del calibre 9 milímetros. Según las primeras hipótesis, habría disparado primero a su ex y a continuación se habría quitado la vida con la misma pistola. Cada uno de los cuerpos presentaba un tiro. El arma fue hallada en el interior del vehículo donde estaban los cuerpos.

El alcalde de Totana, Andrés García, señaló que el paraje en el que estaba el vehículo es un lugar «bastante transitado», sobre todo ahora, ya que una empresa cercana se encuentra en plena temporada de la uva.

Día de luto

El regidor apuntó que el Ayuntamiento decretará para el día de hoy, viernes, un minuto de silencio a las puertas del Consistorio, al igual que suele suceder en este tipo de casos. Mostró su repulsa a la «lacra» de la violencia machista e hizo hincapié en que «todos tenemos que hacer lo posible para tratar de atajarla de una vez.

Fuentes cercanas explicaron que la mujer, que residía en el paraje Vereda Alta, de la localidad lorquina de Cazalla, se encontraba en proceso de separación de su anterior pareja, con la que tenía tres hijos en común.

El pedáneo de Cazalla, Juan José Montiel, indicó que la noticia ha caído «como un jarro de agua fría» en el pueblo, donde la víctima, Catalina Méndez García, era muy conocida y querida. La mujer era muy aficionada a los caballos y a las sevillanas.

Está previsto que el cuerpo de Catalina Méndez llegue hoy al tanatorio Blaymar, donde se instalará la capilla ardiente. El entierro será mañana sábado a partir de las once de la mañana.

Fuentes cercanas al caso apuntaron que, hace apenas unas semanas, la mujer se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Lorca para explicar que su exnovio no dejaba de llamarla. No obstante, Catalina prefirió no poner denuncia alguna, ni por violencia de género ni por acoso. En las llamadas que la importunaban, el hombre (cuya identidad responde a las siglas P.P.O., de 49 años y natural de Mazarrón) le pediría a Catalina retomar la relación, algo a lo que ella se negó.

Pese a que la mujer no formalizó denuncia alguna, en la Benemérita se ocuparon del caso y abrieron diligencias.

Si se confirma la hipótesis de la violencia de género sería el segundo caso que vive la Región de Murcia en pocos meses. El primero se dio en la localidad de Molina de Segura, donde una joven de 31 años, Beatriz Ros, murió a manos de un compañero de trabajo con el que tuvo una relación sentimental.