Varios alicantinos que trabajan en Barcelona se enteraron del atentado a través de redes sociales y afortunadamente estaban alejados del lugar de la masacre, pero el dolor que sintieron anteriormente con otros ataques similares ocurridos en Europa ayer lo percibieron con más fuerza dada la cercanía. Por el momento no ha trascendido si entre las víctimas mortales o heridos se encuentra alguna persona de la provincia de Alicante.

Uno de los alicantinos afincados en Barcelona es el periodista de Biar Juan Valdés, quien reside a escasos metros del lugar del atropello. Por allí pasó precisamente el día anterior, pero al salir ayer de trabajar decidió ir al barrio de Gracia que está en fiestas, en el otro extremo de la ciudad, y allí se encontraba cuando se enteró el atentado. «Vivo a apenas diez minutos andando del lugar del atentado y eso asusta; la sensación de desasosiego ahora mismo en la ciudad es terrible», explicó a este diario Juan Valdés.

A última hora de la tarde de ayer aún no había podido regresar a su domicilio al estar toda la zona acordonada y lo que sí tiene claro este periodista alicantino es que «hay que sobreponerse, aunque cueste, y seguir adelante».

El eldense Jorge Luzón reside y trabaja en Barcelona desde hace nueve años y también se encontraba en el otro extremo de la ciudad cuando se produjo el atropello mortal: «Me enteré por Twitter pero por mi barrio no se ha notado nada anormal de sirenas o algo parecido».

Jorge también asegura que seguirá «haciendo vida normal» y recuerda que la zona del atentado normalmente estaba «llena de policías y veías a los mossos con metralletas, algo que impone».

El calpino Pepe Morató reside en Barcelona, a dos kilómetros de Las Ramblas. Sin embargo, en estos días se encuentra en su Calp natal. No obstante, explicó cómo un amigo suyo pasó por el lugar del atentado «sólo un minuto antes» del múltiple atropello. En este sentido, destacó que «Las Ramblas no es un lugar que frecuentemos quienes vivimos en Barcelona. Por allí sobre todo pasean turistas de numerosas nacionalidades, de manera que el lugar ha sido elegido expresamente para lograr también mayor repercursión internacional».

Asimismo, Pepe Morató destacó que la ciudad ya se encontraba sobre aviso acerca de la posibilidad de atentados terroristas. «Ya hace tiempo que las autoridades recomendaban tener precaución. Además, se decía que el aeropuerto, las Ramblas o la estación podían ser posibles objetivos».

El ilicitano Alberto Rodríguez Mayol está de vacaciones en casa de un amigo en Barcelona y viajaba en el metro cuando ocurrió el atentado. Le sorprendió lejos del lugar y llamó a su familia de inmediato para tranquilizarles y decirles que se encontraba en buen estado.

«Es una pena, muy triste», se lamentaba Alberto, quien suspendió sus planes de salir anoche y se quedó en el domicilio de su amigo siguiendo las últimas novedades del brutal atentado.