Mientras la familia de Pilar Garrido espera con ansia la llegada de los restos de la valenciana desaparecida en México, las autoridades del país norteamericano dilatan aún más este proceso: no entregarán los restos hasta que se concluya la autopsia. La hermana de Garrido había pedido que se enviaran los molares a España o que un organismo español ratificara que los indicios genéticos hallados en el municipio de Villa de Casas son efectivamente los de su hermana Pilar.

Las autoridades mexicanas informaron el pasado viernes que la osamenta encontrada en dicha localidad pertenecía a Pilar Garrido, quien llevaba desaparecida desde que 2 de julio. Ese día, Pilar fue presuntamente raptada por un grupo de hombres armados en una carretera en el norteño estado de Tamaulipas, donde vivía con su marido y su hijo.

La madre y el marido de la víctima mantuvieron una reunión con responsables del Consulado y la procuradoría (la fiscalía) para repatriar los restos óseos y someterlos en España a un segundo análisis de ADN, que según el cotejo con las muestras de su hijo dio positivo en México. Los familiares llevan tiempo reclamando los molares para hacer una radiografía con la que saber al cien por cien si son o no los restos de Pilar. Asimismo, también solicitaron las supuestas pertenencias halladas junto a los huesos para saber si realmente son de ella.

Según confirmaron la familia de la joven valenciana y el Consell, la Generalitat va a correr con todos los gastos de la repatriación de los restos mortales identificados por las autoridades mexicanas como los de Pilar Garrido. El coste se sitúa entre los 3.000 y los 9.000 euros.