La Policía Nacional ha esclarecido el caso del cráneo hallado el miércoles en un contenedor de Alicante según han confirmado a este diario fuentes de la Comisaría alicantina. Los restos óseos habían sido arrojados a la basura por un estudiante de Medicina que había dejado de necesitarlos. Las mismas fuentes precisaron que el propietario ya está identificado y que estaba autorizado para tenerlos. Cada año en España, cerca de 40.000 estudiantes solicitan una autorización para poder disponer de esqueletos en los cementerios y que son donados con fines científicos. A finales del pasado mes de mayo, la Guardia Civil se encontró con otros caso similar al aparecer en la planta de residuos de Xixona otro cráneo humano que había sido arrojado a la basura en un contenedor de Ibi.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.00 horas del pasado miércoles en la calle José Luis de la Vega de Alicante, en las proximidades de la Gran Vía. Un hombre que estaba rebuscando en el interior de la basura vio lo que parecía un cráneo en el interior de una bolsa de plástico y dio aviso de inmediato a la Policía.

A la zona de la hallazgo ha acudido la Policía Nacional, que estuvo custodiando el contenedor evitando que nadie se acercara a él hasta que llegara el forense para hacerse cargo de los restos. Entre los efectivos desplazados se encontraban agentes de la Policía Científica y de la Judicial. La bolsa con los restos sospechosos fue introducida dentro de un furgón fúnebre para su traslado al Instituto Anatómico Forense para su estudio Los agentes estuvieron buscando si en el contenedor podía haber otros restos depositados en bolsas diferentes, diligencia que fue negativa.

El forense confirmó que se trataba de un cráneo humano. Las pruebas realizadas revelan que los restos se corresponden con los de una persona de avanzada edad y que falleció hace muchos años.