La Policía Nacional investiga el espectacular robo de un cajero automático en la Playa de San Juan que literalmente fue reventado con explosivos durante la madrugada de ayer para hacerse con el dinero que había en el interior. El dispensador de billetes quedó reventado, mientras que la explosión causó daños también en las vidrieras del banco y en algunos de los vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones. La sucursal bancaria permaneció ayer cerrada, mientras que la Policía analizaba el lugar del asalto a la espera de encontrar pistas para identificar a los ladrones, así como confirmar el explosivo utilizado.

Los hechos ocurrieron sobre las 4.47 horas de la madrugada en una sucursal del Banco de Santander ubicada en la avenida Historiador Vicente Ramos de la Playa de San Juan. Las pesquisas policiales apuntan a que el robo fue perpetrado por tres personas. Dos serían los encargados de llevarse todo el dinero, mientras que el tercero le esperaba en un coche para marcharse de allí a toda velocidad.

Los vecinos del edificio en cuyos bajos se encuentra la entidad se despertaron ayer sobresaltados al escuchar la detonación, que hizo retumbar todo el inmueble, mientras que las vidrieras del banco sufrían destrozos. Por la acera, todavía había diseminados restos del cajero reventado tras la explosión, mientras que la zona estaba acordonada. Algunos vehículos que se encontraban aparcados frente a las oficinas, también resultaron dañados al reventar los cristales.

El objetivo de los ladrones era el dinero que podía haber en el interior del cajero, aunque se desconoce el total de lo sustraído, a la espera de que el banco haga el recuento. Fuentes consultadas por este diario señalaron que dentro del dispensador podría haber cerca de 60.000 euros, aunque se desconoce cuántos clientes pudieron retirar fondos a lo largo de la noche hasta el momento del robo.

En un primer momento, al recibirse la alarma acudieron al lugar agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, aunque tras llegar al lugar y comprobar el alcance se movilizó a los especialistas en desactivación de explosivos del TEDAX para tratar de analizar el material usado para volar el cajero; así como a la Policía Científica para buscar restos que permitan identificar a los asaltantes. La investigación la ha asumido la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).

No es la primera que vez que se usa este método en la provincia para violentar un cajero automático. El 8 de noviembre de 2015, los ladrones volaron por los aires un cajero en la localidad de Los Montesinos, causando numerosos desperfectos en los alrededores. Asimismo, el 23 de mayo de 2016 hubo un intento fallido de reventar otro cajero en El Campello en pleno centro del municipio. En aquella ocasión, los ladrones huyeron tras dar la alarma los vecinos sin consumar el robo y dejando un artefacto con nitrato amónico preparado para detonar.