Los esfuerzos de la Dirección General de Tráfico para reducir la siniestralidad de los ciclistas en carretera, materializados estos días con la presentación de 10 tramos «seguros» en la Comunitat Valenciana, no quitan que siga habiendo auténticos puntos negros de gran conflictividad. Entre ellos, uno de los más destacados es la ya tristemente famosa recta de Oliva, la N-332, que comunica esta localidad con Dénia, y donde este año han fallecido ya cuatro ciclistas en dos accidentes con coches implicados, y alcohol o drogas de por medio.

En la mañana de ayer, sin ir más lejos, tres ciclistas sufrían allí un aparatoso accidente tras el cual tuvieron que ser trasladados al hospital de Dénia, aunque, afortunadamente, ninguno de ellos recibó heridas de consideración, más allá de algunos traumatismos provocados por la caída. Al menos, en esta ocasión no hay constancia de que hubiera ningún coche implicado, pero es un accidente más que se suma a los muchos que se producen en esta larga recta.

Trágicas madrugadas

En apenas cuatro kilómetros de esta N-332 que une dos localidades tan turísticas e importantes para el ocio nocturno como Dénia y Oliva, se han producido los accidentes mencionados. Además, todos ellos fueron en una madrugada de domingo, cuando se junta la gente que sale a hacer deporte con los que vuelven de fiesta. Así, el incidente de ayer tuvo lugar en el kilómetro 207 de esta carretera. Es decir, a tan solo un kilómetro del 206 donde el pasado siete de mayo perdieron la vida tres ciclistas arollados por una conductora ebria y drogada. Y a tres del 110 donde el 12 de junio un conductor drogado mató a otro ciclista.