Un agente de la Policía Local de València ha sido expedientado por espiar presuntamente a compañeras desnudas en los vestuarios de la central de policía de la avenida del Cid. Una de las víctimas sorprendió al supuesto mirón cuando éste se encontraba asomado por una marquesina del pasillo que da a los baños de mujeres. Según ésta, le pareció ver una sombra detrás de la ventana, y salió a comprobarlo. Aunque éste alegó en un primer momento que estaba allí porque se había colado un gato, al final acabó reconociendo ante sus superiores los hechos.

Fuentes de la Policía Local de València aseguran que el caso está ya en manos de la Comisión de Igualdad del Ayuntamiento, pendiente de informe. No obstante, dada la gravedad de los hechos, desde la Jefatura se abrió expediente disciplinario con carácter urgente e inmediatamente se le trasladó de unidad para evitar un conflicto interno con las compañeras afectadas. Asimismo, se está a la espera de resolución y el instructor del expediente debe incluir las alegaciones del agente, para que éste ejerza su legítimo derecho de defensa, explicaron estas mismas fuentes. De igual modo, se ha cambiado dicha ventana y se ha puesto una totalmente opaca.

El agente expedientado estaba destinado en tráfico y ha sido reubicado en la tercera unidad de distrito. Un mando de dicha unidad de Patraix ha mostrado su disconformidad por este traslado y ha emitido un escrito a la Jefatura de Policía Local diciendo entre otras cuestiones que no quiere trabajar con «salidos». De igual modo, entre los grupos de WhatsApp de policías han empezado a circular «memes» sobre el incidente en el que se ridiculiza a este agente.

Por su parte, compañeros del mismo remarcan que en sus cerca de doce años de servicio este policía no ha tenido ningún problema y, aunque recriminan su actitud, remarcan que no grabó ni tomó imágenes de ningún tipo.

Es este importante matiz el que le diferencia de otros casos en los que el sospechoso ha acabado detenido e imputado por un delito contra el derecho a la intimidad. Según las fuentes consultadas por este periódico, al no haber grabado con ningún dispositivo su actitud no puede ser catalogada de delito y solo cabría una sanción administrativa a nivel interno.

El pasado fin de semana un hombre fue precisamente arrestado en Torrevieja con una cámara flexible endoscópica a una menor de catorce años en unos probadores de ropa. Al ser la víctima menor de edad y filmar las imágenes, la pena en su caso puede acarrear años de prisión