Las llamas del incendio provocado en el porche de la vivienda familiar de la exnovia del acusado empezaban a tocar el techo y la escalera de acceso a la vivienda. El humo ya subía por la casa y el calor había derretido algunas cosas. La calle era el único lugar seguro. La familia tuvo la suerte de que un joven que pasó con su vehículo por la zona tenía en un polígono cercano un camión cisterna que recogieron y eso les permitió controlar el fuego hasta que llegaron los bomberos. El chico del camión, que ayer testificó en el juicio, dijo que el vehículó explosionó y que si no bajan a tiempo las consecuencias hubieran sido muy graves. s.ll.