La Audiencia Provincial ha impuesto sendas penas de cuatro años y tres meses de cárcel a los dos hermanos acusados de asaltar una vivienda en Alicante donde pretendían obtener el dinero de una herencia, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. En la casa se encontraba un matrimonio de avanzada edad y el hijo de éstos. Se da la circunstancia de que la esposa de uno de los acusados era familiar de las víctimas, motivo por el que los ladrones pensaban que en la casa iban a encontrar una alta suma de dinero en metálico. La sentencia señala que los asaltantes esperaban un botín de 85.000 euros por la venta de un piso un año antes por parte de las víctimas, procedente de una herencia, según declaró el padre en la vista oral.

El botín no fue el esperado y además tras intimidar y agredir a la familia, la Policía se presentó en la vivienda. La reacción de los dos acusados fue la de tirarse por la ventana. Uno de ellos llegó al juicio en silla de ruedas, todavía convaleciente de las lesiones sufridas tras la caída.

El fallo les condena por delitos de robo con violencia en concurso con otro de detención ilegal y ha descartado aplicar atenuante alguno por la adicción de los acusados a las drogas esgrimida por la defensa. Además de la pena de cárcel, les impone multas de 180 euros por las lesiones leves sufridas por la mujer en el asalto.

Ambos procesados manifestaron durante el juicio que iban de pastillas «hasta arriba» y que lo único que buscaban eran apaciguar el mono. Hasta la fecha, los dos se habían acogido a su derecho a no declarar y sólo lo hicieron el día en que se celebró el juicio.

Los magistrados consideran que la actuación de los dos acusados «no es la propia de la delincuencia que busca algo de dinero para sufragar su dependencia». En este sentido, inciden en la planificación del asalto por parte de los dos acusados. Acudieron a la casa con un cuchillo, una cuerda, cinta adhesiva y unos guantes de la gasolinera para evitar dejar sus huellas digitales. También inciden en que en prisión ninguno de los dos ha recibido tratamiento por su adicción a las drogas. Ambos sostenían que no sabían en qué casa habían entrado a robar, ni concretaron por qué habían elegido esa vivienda.

El asalto

Los hechos ocurrieron el pasado 20 de diciembre en una vivienda de la Playa de San Juan de Alicante. El fallo considera probado que los dos acusados accedieron al inmueble tras llamar al timbre haciéndose pasar por repartidores que traían un paquete. En el momento en que el padre, de 83 años, fue a abrir la puerta los dos asaltantes se abalanzaron sobre él y lo mantuvieron inmovilizado en el suelo, mientras maniataban al hijo. Navaja en mano les exigieron que les entregaran el dinero y las joyas que tuvieran «por las buenas o por las malas». A continuación cogieron a la madre, de 91 años, y la empujaron contra un sofá mientras intentaba mediar con ellos para que no hicieran daño a su familia. La mujer les llevó a la habitación donde les entregó 750 euros en efectivo, cinco décimos de lotería y una pulsera.

Convencidos de que había más dinero en la casa, comenzaron a exigir más, pero en ese momento llegó la Policía que había sido alertada por un vecino. Los dos acusados huyeron saltando por la ventana de la vivienda, ubicada en un primer piso. Uno de ellos se rompió la pierna en la caída, mientras que el otro pudo ser capturado en las inmediaciones tras una corta persecución. La totalidad de lo robado pudo ser recuperado por la Policía en el momento del arresto. El fallo no es firme y cabe recurso al Supremo.