Carlo Claudio no ocultaba su elevada disponibilidad de dinero y eso le costó su muerte en su domicilio de Campoamor, en Orihuela Costa. Ocurrió a finales de enero de 2016 y la Guardia Civil acaba de culminar una compleja investigación en la que han sido detenidas 14 personas de entre 23 y 40 años, entre ellas prostitutas y delincuentes acusados de planear un robo con violencia que acabó con el asesinato del ciudadano italiano, de 49 años y con antecedentes por tráfico de drogas en su país.

Esta vinculación y el hecho de que su pareja, una prostituta que presenció el crimen y apareció amordazada, dijera que fueron tres encapuchados con acento napolitano motivó que una de las líneas de investigación de la Guardia Civil fuera un posible ajuste de cuentas de la Camorra, pero las pesquisas fueron centrándose en su entorno y sus conexiones con la prostitución y el narcotráfico, lo que permitió esclarecer este crimen. Entre los apresados figura una joven prostituta con la que el fallecido llevaba varios días manteniendo una relación y según la Guardia Civil se hizo pasar por víctima y pudo facilitar el acceso de los asaltantes.

Las detenciones de diez hombres y cuatro mujeres de nacionalidad kosovar, española, rumana, búlgara y marroquí se han realizado de forma escalonada entre mayo de 2016 y el pasado junio. Ocho arrestos se realizaron en Torrevieja, dos en Rumanía y uno en Alemania, Fuensalida (Toledo), Tavernes de la Valldigna (Valencia) y Francia, según el balance de la operación presentado ayer en la Comandancia de Alicante por el capitán José María Zuñiga, jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, cuyo Grupo de Homicidios ha realizado las pesquisas junto a la Policía Judicial de El Pilar de la Horadada.

El crimen fue perpetrado la madrugada del 25 de enero en una vivienda de la urbanización oriolana de Campoamor. Allí dormía Carlo con una mujer rumana de 34 años, una prostituta con la que llevaba conviviendo varios días y a la que un día antes del asalto le regaló un teléfono móvil de casi mil euros de precio.

La Guardia Civil se personó en la vivienda tras recibir una llamada de auxilio y al acceder los agentes se encontraron el cadáver del ciudadano italiano, con evidentes síntimas de haber sido golpeado hasta la muerte, aunque la autopsia luego determinó que murió asfixiado con un trozo de sábana.

En la casa también se encontraba la prostituta rumana que mostraba síntomas de miedo y nerviosismo propios de la violenta escena que presenció. La única testigo relató a los agentes que estaban durmiendo cuando irrumpieron en su dormitorio cuatro encapuchados, aunque primero dijo que eran tres. Los asaltantes inmovilizaron a Carlo y trasladaron a la mujer al comedor mientras les hablaban en italiano y en rumano.

La chica añadió en su relato que a continuación comenzaron a golpear al hombre con extrema violencia. Le pedían dinero y droga que supuestamente guardaba en su domicilio, pero tan sólo encontraron 3.000 euros.

La inspección ocular de la escena del crimen desveló a los investigadores que los accesos a la vivienda no habían sido forzados y el botín del asalto -3.000 euros y un reloj de lujo- no se correspondía a la brutalidad empleada con la víctima. Al hombre le rompieron la mandíbula a golpes y su dormitorio estaba lleno de salpicaduras de sangre, signos evidente de la cruel paliza que le dieron. Al trozo de sábana empleado para asfixiarlo le hicieron un nudo para conseguir que presionara el cuello de la víctima con más fuerza.

La Guardia Civil recabó en la casa diversos objetos susceptibles de contener restos biológicos de los autores y comenzó sus pesquisas. La investigación se dirigió hacia el entorno de las víctimas tras descartar un ajuste de cuentas relacionado con la mafia italiana.

El hombre asesinado estaba relacionado con el mundo de la noche torrevejense y había posibles conexiones con la prostitución y el narcotráfico. Los investigadores descubrieron que un ciudadano kosovar habría abandonado de forma precipitada su domicilio de Torrevieja unas horas después del asesinato y conocía a varias prostitutas que habrían visitado la casa de la víctima. Se convirtió en sospechoso de planear el asalto y averiguaron que huyó con su novia a Alemania, donde fue detenido y extraditado como presunto autor material. Los otros tres presuntos autores materiales fueron apresados dos en Rumanía y uno en Francia, que estaba en prisión otro robo. El resto de colaboradores y miembros del entramado fueron detenidos en las provincias de Alicante, Valencia y Toledo.