La torre de control del aeropuerto holandés de Eindhoven fue desalojada hoy debido a un olor de efectos irritantes, que dio lugar a un minucioso registro y obligó a paralizar el tráfico aéreo durante dos horas.

Tras un primer registro exhaustivo, las autoridades concluyeron que "el aire estaba limpio otra vez" y autorizaron a los controladores a volver a sus puestos de trabajo, aunque la investigación sigue en curso, explicó a Efe un portavoz del aeropuerto.

El incidente provocó desvíos de siete vuelos que debían aterrizar en Eindhoven -entre ellos dos de Barcelona y uno de Alicante- a aeropuertos cercanos como el de Amsterdam, Maastricht, y la ciudad alemana de Weeze, así como largos retrasos en otros seis aviones.

Fuentes del aeropuerto explicaron que unos trabajadores descubrieron un "olor extraño que era irritante" durante unos trabajos de mantenimiento que se estaban llevando a cabo en la torre de control.

Las autoridades decidieron entonces desviar algunos de los vuelos y proceder al desalojo de la torre, a la que acudieron tanto los bomberos como la policía militar.

Tras dos horas de comprobaciones los investigadores no encontraron ninguna sustancia peligrosa, por lo que autorizaron a los controladores a regresar a sus puestos de trabajo y restablecer el tráfico aéreo.

La mayoría de los aviones cumplían en la tarde del lunes los horarios programados y solo se registraban algunos retrasos.